Una consecuencia desafortunada de que el emprendimiento se haya convertido en una “moda” resulta en que miles de personas escogen un camino que no las hace felices. Y es que para decir la verdad, en el día a día, el emprendimiento no tiene nada de glamuroso. ¿Qué glamuroso puede ser permanecer en una oficina de 4 por 4, usualmente solos, llamando de parte de una empresa que nadie conoce? La mayoría de las veces la gente a uno le contesta con la pregunta ¿… me llama de dónde? Es por esto que antes de empezar a hablar de la idea, del dinero, de la estrategia de mercadeo o del modelo de negocio, usted primero se debe contestar muy genuinamente ¿por qué quiere ser un emprendedor? y por sobre todo ¿cuál es su propósito?... ojalá distinto al dinero.
Ahora
bien si el objetivo es hacerse millonario o porque recientemente lo echaron del
trabajo, tenga en cuenta que tal vez no está arrancando con el pie derecho. En
2009 el famoso intelectual griego de la Escuela de Negocios de Harvard, Nikos
Mourkogiannis, publicó un hermoso libro con el título Purpose: the starting
point of great companies. Para Mourkogiannis tener un férreo propósito es lo
mismo que para un árbol tener raíces fuertes. Para el caso del emprendimiento
este es un aspecto crucial por una razón muy básica. Ese sueño en su mente es
donde va a tener que recurrir en los momentos más duros. Y créame los momentos
difíciles van a llegar, y usted va a necesitar algo que realmente lo motive de
corazón.
Es
por esto que no vale la pena que su objetivo para montar empresa se limite al
dinero. En el excelente libro de 2008 The Illusions of Entrepreneurship el
famoso profesor Scott A. Shane presenta una serie de estadísticas que en efecto
son malas noticias para usted como emprendedor. Entre otras, está demostrado
que en promedio usted va a tener que trabajar más y asumir mayores riesgos,
para que en la mayoría de los casos, termine ganando menos. Y cuando estas
cosas le pasan a alguien que simplemente está pensando en dinero, pues en el
primer momento de dificultad, en el primer tropiezo, pues se va a emplear de
nuevo o va a llamar a su antiguo jefe. Hasta allí va a llegar su sueño de ser
independiente.
Un sueño motiva más que el dinero
Se
dice que el famoso escritor Joseph Heller le encantaba la frase “al interior de
cada gran proyecto hay alguien volviéndose loco”. Y tal vez es cierto, tal vez
todos tengamos en el corazón una empresa por la que nos volveríamos locos. Un
lugar donde iríamos a trabajar sin la necesidad de que nos pagarán. De allí que
un propósito bien definido, un sueño en nuestra mente, llegue a ser una fuente
incalculable de energía y motivación. Por ejemplo en su niñez, Jack Dorsey, el
fundador de Twitter, vivía apasionado por el correo. Su cabeza no paraba de
imaginar en cómo una carta podría pasar de una ciudad a otra. Twitter no es
otra cosa que la cristalización de ese sueño. También se dice que Sam Walton,
fundador de Wal-Mart, era un apasionado por atender a sus clientes. En su
autobiografía dejó una carta decía “mi principal fuerza de cada mañana es
mejorar la calidad de vida de todas las personas cercanas a la empresa”.
No
hay duda que el mejor lugar para encontrar oportunidades de negocios es en
nuestro propio corazón. Hay personas que se desviven por la comida, por el
arte, por la música, por las maquinas, por escribir y no hacen nada al
respecto. Hay otras que si, y utilizan ese propósito para crear empresas
maravillosas. Simon Sinek es un autor joven quien en una reciente conferencia
para TED (Technology Entertainment Design) explica muy bien estos conceptos.
Para Sinek todas las empresas o los líderes deben contestar tres preguntas
básicas: ¿qué? ¿cómo? y ¿por qué? Curiosamente Sinek argumenta que la mayoría
de las empresas se enfocan casi exclusivamente en las dos primeras preguntas,
simplemente en cómo hacer mejor lo que hacen. Pero Sinek argumenta que las empresas realmente excelentes tienen muy clara es la tercera ¿por qué lo hacen?
Para
finalizar quisiera exponer la razón más contundente para tener un propósito
claro en el emprendimiento. Y esta razón es que usted no va a poder lograr ser
un emprendedor exitoso solo. Sin duda va a necesitar de gente motivada que lo
apoye. Ahora ¿cuántas personas trabajan con pasión para hacer ricos a sus
jefes? Cada vez más la gente quiere un propósito de servicio para sus trabajos.
El respetado profesor de Harvard, Rakesh Khurana, argumenta en sus libros que
la profesión de la Administración de Empresas es débil porque carece de un
propósito. Esto también pasa en el emprendimiento. Si no logramos mostrarle un
futuro a nuestra gente que llegue más allá del dinero, no vamos a arrancar con
pies firmes este hermoso camino.
Cuando todo parece estar perdido y en un pozo sin salida me gusta leer sus articulos. ME da esperanza y fe para seguir adelante.
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