1. No empezar
Una de las principales causas del fracaso de un emprendedor es la falta de investigación de mercados y no contar con un plan de negocios bien estructurado. Es evidente que entre más preparado esté antes de montar la empresa mejor. Sin embargo, un error aun más grave es no empezar nunca. Esta es la conclusión del en emprendimiento Edward Adams de la Universidad de Minnesota. “El miedo a fracasar crece cuando se dedica tanto tiempo a perfeccionar un plan de negocios o a minimizar los riesgos de mercado”, explica. Por ejemplo, en tecnología, los cambios súbitos en los productos y en las expectativas de los consumidores pueden hacer obsoleta una idea exitosa en muy corto tiempo.
2. Pensar que no hay competencia
Sucede
con frecuencia que los emprendedores se entusiasman a tal punto con sus ideas
que tienden a pensar que para ellas no existe competencia y que se venden
solas. El famoso emprendedor Guy Kawasaki, presidente de Garage.com, una de las
firmas más importantes de capital de riesgo del Silicon Valley, escribe que
este tipo de emprendedores tiene grandes dificultades para conseguir
inversionistas y fracasan al ejecutar sus proyectos. Kawasaki opina que en la
actualidad es difícil argumentar ventajas competitivas pensando en ser el
primer jugador; por innovadora que sea una idea, siempre hay otras similares
cocinándose al mismo tiempo.
3. No formar buenos equipos
Uno
de los errores más comunes de los emprendedores es creer que pueden sacar
adelante sus proyectos solos. Por el temor a compartir conocimiento, o por el
amor que les tienen a sus empresas, tienden a no crear muy buenos equipos. El
respectado profesor de la Universidad de Harvard, Amar Bhide, encontró que otro
error similar es juntarse, por comodidad, con gente de conocimientos similares
o sin preparación. Además Bhide argumenta que un aspecto que genera una gran
proporción de fracasos en cuanto al emprendimiento es no poder manejar las
dificultades de trabajar con familiares y allegados.
4. Pensar que hacer empresa es una
actividad de medio tiempo
Hay
gran sabiduría en la frase popular “el que tiene tienda que la atienda”. Crear
empresa es una tarea tan obligante que ocupa la vida entera de los
emprendedores. Por ello, pensar que es posible hacer empresa mientras se tienen
otras ocupaciones es una mala estrategia. Muchos ejecutivos intentan montar un
negocio al tiempo que están empleados y al no ver despegar sus proyectos, se
desaniman. “Las dificultades cotidianas de los emprendedores pueden sorprender
a cualquier ejecutivo”, afirma Bhide.
5. No tener presentes los aspectos
legales
Los
emprendedores tienden a conocer hasta los más mínimos detalles en aspectos operacionales
del negocio, pero olvidan por completo su estructura legal. Entonces, organizar
una empresa se puede convertir en toda una muralla que frena las iniciativas.
Al respecto, Colombia ocupa el puesto 75 entre 95 países en dificultades para
el emprendimiento, según el World Economic Forum. Por eso, en el país, los
empresarios deben estar aún más conscientes y trabajar con antelación en los
requerimientos legales de sus proyectos. Además, otro error frecuente de un
emprendedor es no proteger su propiedad intelectual.
6. Crecer más rápido de lo posible
Una
vez que el emprendedor ha logrado poner en marcha una empresa, debe decidir que
tan rápido desea crecer. Crecer sin medida es responsable de más fracasos
empresariales de los que se piensa. Para Eric Rodríguez, profesor de finanzas
de la Universidad de los Andes, el principal error respecto al crecimiento es
pensar que se debe maximizar, cuando lo importante es que sea sostenible. De la
misma forma, diversificar más de la cuenta puede ser perjudicial. Hay mucho
sentido en la frase “las empresas nacen, crecen, se diversifican y mueren”. Por
ello, los emprendedores no deben olvidar que las empresas se construyen poco a
poco y con foco.
7. Exceso de optimismo
Por
definición, los emprendedores son personas optimistas. Así debe ser, pues de
otra forma no sacarían adelante sus proyectos ni convencerían a otros de
acompañarlos con recursos y trabajo. Sin embargo, la mayor queja de los
inversionistas en el mundo es que les falta realismo en sus proyecciones. “Es
la quinta idea de negocio de US$50 millones que he escuchado hoy”, dicen con
ironía. Por ello, sobrestimar los ingresos y subestimar los costos es causa muy
frecuente del fracaso empresarial. Además es usual que los emprendedores cometan
el error de empezar a gastar lo que aún no han ganado.
8. Incapacidad para afrontar el cambio
El
mundo de los negocios está lleno de ejemplos de éxito empresarial de personas
que han retomado ideas que otros han desechado. Por ejemplo, Alfred Sloan fundó
General Motors haciendo pequeñas modificaciones a un modelo de negocio en el
que había fracasado el empresario John Wesley Hyatt. La poca capacidad de
algunos para encontrar caminos distintos para superar las dificultades es una
de sus principales causas de fracaso. A medida que las compañías evolucionan, el
modelo de negocios se debe ir acoplando a los nuevos requerimientos. Pocos
empresarios comprenden que los planes de contingencia son claves para crecer.
9. Falta de conocimiento de sí mismo
Todo
emprendedor antes de montar empresa debe contestarse unas preguntas básicas:
¿Tengo claridad en mis metas? ¿Estoy pensando en la estrategia correcta? ¿Puedo
ejecutarla? La relación entre los intereses personales del emprendedor y la
operación de las empresas es fundamental para el éxito, argumenta el profesor
Bhide. Por ejemplo, no es lo mismo pensar en crear empresas para que perduren,
o crear empresas para luego venderlas o para enriquecerse. Si los resultados de
la empresa al final no coinciden con las expectativas del emprendedor, esto la
puede hacer fracasar.
10. No ponerse en los zapatos de los
inversionistas
Si
usted lo piensa es mejor ser el dueño de una porción de una gran empresa que
tener el 100% de nada. Sin embargo, no poner en práctica esta premisa arriesga
la viabilidad de muchos proyectos. Para conseguir capitales externos, un
emprendedor debe estar dispuesto a ceder participación. Como lo afirma Gregorio
Restrepo, experto en el tema, “los emprendedores y los inversionistas manejan
dos lenguajes distintos, los primeros siempre están pensando en productos y no
entienden que los segundos piensan en términos de rentabilidad”. Así, el
desconocimiento de las relaciones gana gana entre emprendedores e
inversionistas puede ser uno de los mayores errores cometidos.
con eso tengo Sólo tengo una pregunta ¿en qué emprender?
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