Lo que realmente destruye la riqueza de las familias colombianas son
las insoportables guerras por envidia y falta de apoyo en las que vivimos metidos.
Hoy me propongo a no
hablar tanto desde la perspectiva de los libros. Hoy me propongo a hablar desde
lo que han visto mis ojos desde muy temprano en la vida. Y es que si bien es
normal que en el mundo entero las familias tengan sus conflictos, en mi opinión
¡que berracos si a los colombianos nos gusta pelear por dinero!
Hablo en nombre de un sin número de familias que he tenido la oportunidad de conocer a lo largo
de mi vida. En muchos casos la radiografía de las familias colombianas alrededor del dinero
parece ser la misma. Hay un tío o una tía rica que le gusta echarle en cara su
dinero al resto. Y el resto se muere de la envidia esperando a algún día conseguir dinero para regresarles el favor. Este ciclo se repite una y otra vez.
Y es que no hace falta
tener una gran empresa para pelear por plata. Acá muchos peleamos por millones,
miles, cientos, pesos y también por los centavos. Si realmente queremos
aprender a mejorar las finanzas de los hogares en Colombia tenemos que
enfocarnos allí. Décadas de trabajo y construcción de riqueza se pierden literalmente
por envidias y por no saber apoyar a quien tiene nuestra propia sangre.
Es increíble pero muchas veces
quien nos da la mano en la vida no hace parte de nuestro propio núcleo familiar.
Porque a “calzón quitao” muchas personas preferirían que a sus hermanos o primos
les vaya mal en la vida. Hágase esta pregunta de corazón. Piénselo en serio. ¿Me siento feliz cuando a mi hermano(a) le va bien? ¿me alegro por sus
logros?
Cuando los padres solo
promueven el valor del dinero entre sus hijos corren el riesgo de quedar solos
al final de sus días. Por eso cuando los expertos aseguran que nos hace falta
educación financiera yo me sonrío. ¿Nos hace falta educación financiera para
construir riqueza? O por el contrario ¿lo que nos hace falta es construir valores
en nuestras familias?
Como un faro que mira al
horizonte el rol de los padres es definir muy bien los valores correctos. Los
valores son todo aquello en lo que actuamos sin pensar. Los valores son todo
aquello que hace la diferencia en nuestras vidas. El trabajo y la riqueza son
sin duda un valor. Pero no son los únicos… también son el amor, la comprensión,
la ternura, la amistad y la colaboración.
La semilla de toda guerra
familiar parte de la envidia entre dos hermanos. La semilla de la envidia entre
dos hermanos parte de la forma que los tratan sus padres. Si allí existen preferencias
es porque también así a ellos los trataron. ¿Cuándo vamos a romper con esta
historia sin sentido que no lleva a ninguna parte?
Si en una familia hay alguien
que tenga más riqueza que el resto tiene la oportunidad de marcar el compás respecto
al dinero. Aquí tiene dos opciones. Actuar como un “payaso” en las reuniones
familiares y hablar más duro que los demás. Hacerse del benefactor muchas veces
sin serlo. O puede actuar de forma tranquila. Apoyar al resto a estabilizar los
ingresos entre todos para prevenir guerras futuras.
En la vida empresarial
pasa algo curioso. Cuando no hay plata es fácil preservar la unidad
familiar. Cuando no hay mucho porque pelear es fácil vender una visión de equipo.
Como por ejemplo sacar una empresa adelante. El problema surge cuando llega la
plata. Muchas empresas familiares no entienden que las compañías formidables surgen
de cuidar los pesitos en tiempos de prosperidad.
Existen un millar de
valores por los que vale la pena vivir. Pero quiero en este corto escrito compartir
mis preferidos. Pienso que los cinco valores para crear riqueza en la familia colombiana
son: sencillez, confianza, paciencia,
bondad y cariño.
Sencillez: Que bobada estar demostrándonos lo que tenemos y no tenemos entre
hermanos. Si cuidamos los pesitos entre todos nos va a ir mucho mejor.
Confianza: ¿Por qué muchas veces quien cree en mi no es de mi familia? Salir
adelante parte de colaborarnos entre todos. Y para esto debes arrancar por confiar
en tu propio clan.
Paciencia: Nada que valga la pena en la vida se consigue en media hora. La
confianza es el arte de saber darle tiempo a las ilusiones. Y este es un valor
que podemos construir en familia.
Bondad: La carrera más absurda en la vida es quienes compiten por ver ¿quién
se lleva más cosas al más allá? Una vida sin dar no tiene sentido. Y para esto no hay que ir a una fundación si el de al lado en nuestra casa necesita
nuestro apoyo.
Y finalmente el cariño: porque si no nos queremos ¡mejor apague y vámonos!
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