Abandoné el bosque por una razón tan potente como aquella
que me llevó a él. Me pareció que quizá tenía ya varias vidas más que cumplir y
que no podía dedicar más tiempo a esa clase de vida. Es notable cuán fácil e
insensiblemente reincidimos en un camino particular y lo convertimos en un
sendero trillado. La superficie de la tierra es blanda y en ella se imprimen
las pisadas humanas; y lo mismo sucede con los caminitos que recorre la mente. ¡Cuán
estropeadas y polvorientas deben de estar, pues, las grandes carreteras del
mundo y cuán profundas las huellas que dejan en ellas la tradición y el
conformismo! No quiero tomar pasaje de camarote, sino más bien ir delante del
mástil, sobre la cubierta del mundo, porque desde allí podré divisar mejor la
luz lunar entre las montañas.
Henry
David Thoreau (1867-1862)
Recurso
compartido por mi buen amigo en Bucaramanga
Gracias
por su inteligencia y deseos de apoyar a este país
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