Este es un fugaz escrito para recordar lo bonitos que somos tanto los
feos como los lindos. Esta semana fuimos a hacer mercado a Alkosto de la
Autopista Norte. Como no había desayunado paramos en el centro comercial que es
una bahía a la altura de la 170. Mi preferido siempre es comer en el Chócolo pastel con pollo y jugo hit de mora.
En ese momento vi pasar a niño que llevaban en silla de ruedas. Solo fue
una imagen fugaz porque realmente estaba muy mal. Me alejé por respeto porque era
tan impactante la imagen que hubiera podido ser más grande que mi propia
decencia. Y como siempre que uno ve una persona así, quemada o sin una
extremidad uno piensa… Diosito gracias porque estoy completo y no tengo ninguna
enfermedad.
Lo que quiero expresar es que esa frase uno la dice muchas veces en la
vida pero pocas veces se la toma en serio… Y la verdad he aprendido a hacerlo,
pero no siempre fue así. Toda la vida me la pase peleando con alguna parte de
mi cuerpo. De niño por supuesto la bronca era con la barriga y los cachetes.
Muy redondos. Ya en el bachillerato me sacó la piedra fue la nariz. Muy chata.
En la universidad arrancó la pelotera con la frente. Muy ancha.
Un día fuimos a la cueva del Indio en Santander. Entonces cuando estábamos
allí el muchacho que nos guiaba nos pidió que aprendiéramos a cuidar el
entorno. Las lágrimas de granito en la cueva habían tardado millones de años en formarse.
Entonces el mucho dijo algo muy bonito. “Cada creatura en esta cueva es como
cada parte de nuestro cuerpo. Es irremplazable y tenemos que cuidarla”. Ese día quise empezar a tomarme en serio ese pensamiento.
Cuando estaba en la universidad un profesor inolvidable Alberto Merlano
solía decir “cada ser humano es único en el mundo. Al nacer se rompe ese molde”.
Las mediciones internacionales muestran que la insatisfacción con el cuerpo puntea
en lo alto como una de las principales fuentes de infelicidad. Pero genuinamente no debería ser
así. Solamente estar aquí completos y sanos ya es el más grande de los
negocios. Los feos, los lindos, los medio medio, y también los enfermos… todos los seres humanos
somos unos papasitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario