Y
así, luego de una larga espera, un día decidí triunfar
Decidí
triunfar… decidí ir tras las oportunidades en vez de esperarlas
Decidí
ver cada problema como la oportunidad para encontrar una solución
Decidí
ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis
Decidí
ver cada noche como un misterio a resolver
Decidí
ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz
Aquel
día descubrí que mi único rival son mis propias debilidades
Y
que en ellas, está la única y mejor forma de superarnos
Aquel
día dejé de temer en perder, y empecé a temer en no ganar
Descubrí
que no era el mejor y que tal vez nunca lo fui
Pero
ya no me importó más quién era ganador o perdedor
Ahora
solo me importa saber un poco más hoy que ayer
Aprendí
que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de intentar
Aprendí
que el mejor triunfo que puedo tener es el derecho de llamar a alguien “amigo”
Aprendí
que el amor es más que un sentimiento, amor es una filosofía de vida
Aprendí
que de nada sirve ser luz, si no vas a iluminar el camino de los demás
Ese
día aprendí tantas cosas
Aquel
día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad
Por
eso, desde aquel día, ya no duermo para descansar
Ahora
duermo simplemente para soñar
Walter Elias Disney (1901-1966)
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