Para
los amantes de las buenas marcas, ir por la calle es una experiencia similar a
la de un experto catador saboreando un buen café. Algunas veces, tristemente,
ciertos tragos son amargos. Estos cafés están muy cargados. Pero en ocasiones
al mirar una revista, viendo un comercial o en internet, ciertas imágenes
cautivan su atención. El aroma de una buena marca paraliza sus sentidos.
En
la misma forma como los catadores logran captar hasta el mínimo detalle que
hace único un exquisito café, ellos valoran la simplicidad con la que se ha
logrado extraer una idea poderosa. Los amantes de las marcas son cazadores de
los mejores aromas.
Este
es un mundo de detalles en donde cada elemento debe encajar elegantemente en su
lugar. Cierre los ojos y sienta el perfume de sus marcas preferidas. ¿Qué tal
algunas de las más famosas y reconocidas? ¿Qué tienen en común? Como en los
mejores aromas... el diseño, el mensaje, los colores y la idea detrás de estas
marcas son abrumadoramente simples.
Para
captar un poco mejor la esencia de las mejores marcas entrevisté a Allen
Adamson, director general de la prestigiosa firma global de desarrollo de
marcas, Landor Associates, en Nueva York. Adamson realmente siente pasión por
las marcas; él es un catador de tiempo completo. Años de experiencia y de
trabajar con marcas tan reconocidas como GE, IBM, Pfizer y Procter and Gamble
(P&G), le permitieron escribir el exitoso libro Brand Simple: how the best brands keep it simple and succeed.
“Tienes
que poder expresar algo profundamente distinto y al mismo tiempo hacerlo
increíblemente fácil de entender. En esto no hay ningún misterio”, expresó Adamson
en la entrevista. Además este autor opina que lastimosamente el branding ha avanzado a un punto que se
ha convertido en algo complejo y misterioso.
“Conozco
casos en que firmas de branding entregan a sus clientes documentos de 300
páginas sobre sus marcas, que parecen más bien tratados de economía, pero las
marcas no deberían ser complejas, ellas son simplemente guías para que los
consumidores tomen decisiones de compra”, argumenta el autor.
Es
tiempo de regresar a las bases y recordar lo que realmente hace grandes a las
mejores marcas.
La ide@
Una
mañana, Adamson recordó el potencial de la sencillez en las marcas, cuando, al
planear un viaje familiar, Josh, su hijo de 8 años, le pidió que volaran en
JetBlue porque “viajar puede ser divertido”. Adamson explica que no es
casualidad que Josh haya captado este sencillo mensaje. En medio de una
industria en caída libre, la aerolínea de bajo costo ha logrado crecer aferrándose
a la clara idea de “regresar el trato humano al viajar”.
Todos
los elementos de esta marca, desde su página en internet, la comida y el
servicio, enfatizan la calidez y la amabilidad del trato entre seres humanos. “Lo
primero que debemos entender es que una marca es algo que vive en tu mente”,
continúa Adamson.
Según
este autor, el proceso de crear una marca poderosa tiene un desafío doble. Lo
primero es entender qué la hace distinta y especial. Las mejores marcas siempre
tienen una propuesta de valor superior y, a partir de allí, lo comunican de la
manera más sencilla posible.
Algunas
de las personas más inteligentes tienen esa extraña chispa que les permite
tomar conceptos abstractos y presentarlos en forma que todos los entendamos.
Esto es lo que Adamson llama crear la “idea de la marca”.
Pueden
ser unas cuantas palabras, incluso letras, una imagen o un sonido, pero
genuinamente, algunas “ideas de marca” capturan como por arte de magia el
trabajo en equipo.
Esto
es evidente en varios de los ejemplos que proporciona el autor. Con la frase “No
es televisión, es HBO”, esta marca enfatiza su objetivo de contar con una programación
distinta. El lema “Diseño para todos”, de la cadena Target, refuerza su
creencia de que es posible ofrecer productos innovadores y de alto diseño a
precios asequibles. La revista People ha logrado distanciarse de las
publicaciones de farándula con su slogan: “Buen periodismo acerca de la gente”,
en donde defienden el profesionalismo de sus escritos, siempre desde la
perspectiva de historias humanas. Advil trabaja para “Crear tecnología avanzada
contra el dolor”; Y FedEx para estar “En cualquier lugar del mundo a tiempo”.
Muchas
veces estas ideas poderosas pasan por nuestras narices. Esta es una razón más
por la que Adamson defiende el mantener siempre las cosas sencillas. “Crear una
idea de marca es en cierta forma actuar como el conocido comediante Seinfeld.
Él tiene la capacidad de encontrar sentido en cosas que vemos a diario y
pasamos por alto”, asegura Adamson.
Señales
Desde
la perspectiva de lo simple, para Adamson existe una marcada diferencia entre
la idea de la marca y el branding. “El branding tiene que ver con cómo usted
logra que esa idea que lo hace distinto llegue a la mente de sus consumidores. Mientras
la marca es la idea, el branding es la transición de esta idea”, explica.
El
autor comenta que muchas empresas se acercan buscando un cambio de logo o de imagen
corporativa, pero siempre les recuerda que sin tener claro el mensaje inicial
no es posible seguir adelante. Martin Puris, fundador de Ammirati & Puris,
solía decir: “80% de la publicidad fracasa antes de poner el lápiz en el papel
porque no está basada en una idea poderosa”. Usted tiene que estar 100%
convencido de su idea y de que tiene los recursos para poder ejecutarla, para
lograr comunicársela a sus clientes. Nada destruye más rápido una marca que no
cumplir con lo que se promete inicialmente.
“Todo
el trabajo del branding tiene que ver con crear las señales correctas para
promocionar su idea”, explica el autor. Las señales pueden ser tan diversas
como el nombre de la compañía, el logo, los colores, las instalaciones, los
sonidos, el empaque, el diseño del producto, la forma en que se utiliza, las
promociones... el comportamiento de la gente y, por supuesto, la publicidad.
Para
Adamson, Apple es la compañía número uno en el mundo en crear las señales
correctas. Su pasión por el diseño enfocado en la gente es evidente en cada uno
de sus productos. Desde el empaque de un iPad hasta su funcionamiento hacen
parte de una fisiología más amplia. Algunas señales tienen un impacto mayor.
Este autor considera que el nombre de la compañía y, por sobre todo, el
comportamiento de la gente son las señales más poderosas en las que se debe
trabajar. Y en esto, nuevamente, entre más sencillo y contundente sea el
mensaje, mucho mejor. Cada vez es más evidente que la gente es el principal
embajador de su marca.
En
Colombia existen ejemplos de marcas que permanecen simples y poderosas. Fondos
blancos, fuentes elegantes, cada letra puesta con fuerza, mensajes cortos pero
inteligentes y equipos de personas que realmente sienten el valor de su
trabajo. Otras tantas aun permanecen difusas en la ilusión de que entre más
complejas serán más efectivas. Olvidan que, en cuestión de marcas, como en los
mejores aromas, es mejor lo Simple®.
Autor:
Carlos Andrés Vanegas
Para
la sección Management de la Revista Dinero
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