martes, 10 de julio de 2012

2.400 millones de emprendedores

Asia tiene su propio modelo de emprendimiento. China e India, por caminos distintos, han logrado crear grandes empresas. El profesor indio Tarun Khanna compara sus modelos.


Amante de los mapas antiguos, las estampillas y los idiomas, el profesor de origen indio Tarun Khanna parece haber alcanzado el sueño americano. Todavía muy joven ostenta el título profesoral Jorge Paulo Lemann de la Escuela de Negocios de Harvard y en una ocasión fue nominado como el principal líder global por el World Economic Forum.

El profesor Khanna es PhD en economía de Harvard y estudió ingeniería en Princeton, además de tener experiencia en campos de inteligencia artificial y en Wall Street. Sin embargo, a pesar de forjar su familia en Estados Unidos, nunca dejó atrás sus raíces.

“Cuando llegué a Princeton en 1987 me causaba curiosidad cómo la mayoría de mis compañeros, jóvenes informados, talentosos e inteligentes, no eran capaces de localizar India en un mapa”, recuerda Khanna.

Actualmente Tarun Khanna es una autoridad mundial debido a sus investigaciones sobre cómo opera el emprendimiento en los países emergentes –principalmente en China e India– y en este propósito trabaja de la mano con gobiernos en toda Asia.

“Aun hoy me intriga la ingenuidad geográfica de los americanos. Incluso mis colegas en Harvard todavía saben muy poco sobre India y China. ¿Cómo es posible excluir del mapa 2.400 millones de personas de la población mundial? A pesar de que las distintas proyecciones indican que en menos de una generación van a ser la primera y tercera economías más grandes del planeta”, se cuestiona Khanna.

“Mi hipótesis es que el emprendimiento en los países en desarrollo crece con mayor fuerza y se presenta en formas más variadas por la simple razón de que hay mucho más por hacer. Además de la típica imagen del hombre que se hace millonario, también existen los emprendedores políticos y sociales que, con creatividad, enfrentan las inmensas limitaciones y dificultades en países como China e India”, explica el profesor Khanna en su fabuloso libro Billions of entrepreneurs: how China and India are reshaping their futures and yours.

En la perspectiva de Khanna, el rumbo que tomaron cada uno de estos países a mediados del siglo pasado trazó lo que hoy representan dos mapas económicos y sociales que son espejos respecto a sus fortalezas y debilidades. Cuando Occidente dedica gran parte de su energía a cuestionar los posibles impactos negativos de estas dos naciones emergentes, Khanna se ocupa de entender sus oportunidades.

“India y China podrían tener un mayor impacto en el mundo trabajando juntos que por separado”, argumenta el autor en entrevista exclusiva. Aun cuando estos dos países comparten una milenaria tradición, sus diferencias los han alejado. El comercio bilateral chino-indio es apenas US$20.000 millones, cuando esta cifra puede llegar a ser 20 veces mayor para el caso de China y Estados Unidos.

En julio de 2006, en los montes Himalayas, un suceso de connotaciones históricas pasó inadvertido para occidente, Nathu La (que significa oídos que escuchan), el principal paso de comercio entre India y China abrió sus puertas tras cuatro décadas de distanciamiento.

“El mundo de los negocios observa expectante lo que hagan por separado 1.300 millones de Chinos y 1.100 millones de indios. Pero en realidad esta historia es mucho más rica, compleja y excitante. Es la historia de celebrar el talento, ideas y aspiraciones de 2.400 millones de personas”, asegura Khanna.

El río y el dragón

En su libro, el profesor Khanna explica, a través de la historia de emprendedores exitosos, las diferencias entre los modelos de emprendimiento de los dos países. Por ejemplo, se refiere a la historia de Li Dongsheng, presidente de la compañía china de televisores TCL, quien una vez fue elegido el hombre de negocios más influyente de toda Asia por la revista Fortune.

En su momento, TCL llegó a ser el más grande fabricante de televisores del mundo, a pesar de que emergió de un programa para fomentar empresas en las aldeas chinas en los tiempos de Deng Xiaoping. Lo interesante es que el señor Li Dongsheng es miembro del Partido Comunista chino, e incluso fue un amplio promotor de la revolución cultural ¿Cómo se convierte entonces en una celebridad en los negocios?

Otra historia apasionante es la empresa india de tractores Mahindra & Mahindra (M&M), que desde hace un tiempo viene desplazando a la milenaria empresa norteamericana John Deere en su propio mercado. “M&M es un ejemplo perfecto de nuevas compañías indias que conquistan mercados globales y no tienen nada que ver con tecnología”, ni con el gobierno indio, explica Khanna.

De hecho los emprendedores detrás de M&M son una familia que en su tercera generación ha sorteado toda clase de transformaciones políticas en India. Ambas empresas, TCL y M&M, tienen mucho que contar respecto al emprendimiento en sus respectivos países.

A pesar de su impresionante crecimiento, China e India aún no cuentan con abundantes marcas de reconocimiento global. Por ejemplo, compañías emblemáticas chinas como Haier o Huawei todavía tienen camino por recorrer. De todas formas, según Tarun Khanna, el mundo ha cambiado en forma radical: “por primera vez desde el ascenso de Occidente, los emprendedores en Asia pueden ignorar casi por completo a Nueva York y Londres, y aun así construir compañías que valen billones”, asegura el autor.

En la posición de Khanna, dejar de percibir a un M&M indio o un TCL chino, es como décadas atrás dejar de haber visto a la finlandesa Nokia o la coreana LG. En el futuro, China e India enfrentan desafíos similares; sin embargo, en su libro, Khanna presenta cómo actualmente parten de dos modelos económicos y sociales distintos.

“Usualmente el gobierno en China es el emprendedor, mientras que en India los emprendedores tratan de estar lo más alejados posible del gobierno”, dice Khanna.

Algunas cifras respaldan esta posición. En India el sector privado representa el 87% del PIB, mientras que en China solo 1% de las compañías registradas en las bolsas de Shangai o Shenzhen son privadas. Pero esto no quiere decir, según él, que el emprendimiento no sea un fenómeno a gran escala en ambos países.

Lo distinto en el libro de Khanna es que presenta un emprendimiento distinto al que conocemos en occidente. “Por supuesto existe una corrupción rampante en ambos países, pero emprendedores sociales, políticos y económicos tratan de hacer lo mejor por sus naciones. Mientras el gobierno es mucho más eficiente en China, los fundamentos de una economía de mercado son más robustos en India”, explica Khanna.

Un nuevo mundo

China e India se presentan al mundo como dos caras contrapuestas del desarrollo. Realmente son muchas sus similitudes, pero principalmente lo que pueden aprender de sus diferencias. Tan colosal como su tamaño, los problemas de pobreza, corrupción y salud permanecen en ambas naciones. Pero desde sus diferencias –un estado totalmente centralizado en China y un pluralismo latente en India– Khanna realiza un apasionante estudio comparativo.

Por una parte, China tiene el consenso de construir ciudades de la noche a la mañana en tanto India trata de modernizarse sin perjudicar sus tradiciones. Mientras que India se aferra a su masa de emprendedores para crecer, China está abierta al mundo y logra tasas de inversión extranjera diez veces más grandes que en India. India tiene un sistema financiero moderno y los chinos apenas arrancan en este camino. 2.400 millones de emprendedores chinos e indios, aprendiendo a trabajar en conjunto, tienen en sus manos gran parte de las dificultades y soluciones en el mundo del futuro.

Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Management de la Revista Dinero

1 comentario:

  1. Muy interesante hacer una labor colaborativa: “India y China podrían tener un mayor impacto en el mundo trabajando juntos que por separado”...China está abierta al mundo y logra tasas de inversión extranjera diez veces más grandes que en India. India tiene un sistema financiero moderno y los chinos apenas arrancan en este camino. 2.400 millones de emprendedores chinos e indios, aprendiendo a trabajar en conjunto, tienen en sus manos gran parte de las dificultades y soluciones en el mundo del futuro.

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