Con humor y una publicidad viral, dos
venezolanos lanzaron una escuela de inglés en internet que, en solo seis años,
ya tiene 50.000 alumnos y US$50 millones de capital.
Fuente:
Dinero.com
Con
su ‘cursito’ de inglés online, el venezolano Andrés Moreno no solo se está
volviendo millonario; también se ha convertido en una celebridad latina.
Recorre la región de arriba abajo y desde que se sube al avión la gente sabe
que él protagoniza los sonoros comerciales de Open English. Lo que pocos saben es
que, además de ser la cara de la empresa, es su fundador y presidente.
Hace
seis años junto con Wilmer Sarmiento, un compañero de la universidad y US$300,
crearon Open English, una empresa que ya opera en 20 países, tiene 50.000
alumnos, –que pagan en promedio US$1.000 por cursos de un año– y que a través
del esquema de inversión de riesgo ya ha levantado US$50 millones para seguir
creciendo.
La
idea surgió de la experiencia que tuvo Andrés dictando clases de inglés de
manera presencial a ejecutivos en Venezuela. Aunque estudió ingeniería, fue su
amigo el que se dedicó a desarrollar el programa, que maneja una plataforma
similar a la de Skype, mientras él se fue a Sillicon Valley a buscar
inversionistas. No obstante, uno de sus primeros socios estaba mucho más cerca:
la Organización Cisneros, que les dio la posibilidad de pautar en sus espacios
televisivos a cambio de una participación en la empresa.
Aunque
la escuela funciona online, Moreno considera que sus competidores son las
escuelas presenciales como Berlitz y el Wall Street Institute, frente a las que
ofrece la ventaja de no tener que padecer el tráfico para llegar a clase. “Esto
es como el gimnasio, cuando la gente se inscribe comienza muy animada y va con
frecuencia, pero luego con las exigencias del trabajo empiezan a faltar y al
final no regresan”, comenta y recalca la ventaja de su plataforma, a la cual se
puede acceder desde cualquier computador y a cualquier hora del día. De hecho,
a las 11 de la noche es cuando tiene más alumnos.
“Otro
punto a nuestro favor es que, mientras Berlitz tiene cuatro o cinco escuelas en
las principales ciudades de cada país, nosotros llegamos a todas las urbes y es
un hecho que, en América Latina, la clase media no solo está en las capitales”,
agrega.
Open
English ya tiene más de 100 socios, muchos de sus 1.000 empleados han recibido
acciones como pago, y entre todos tratan de sacarle jugo al mercado mundial de
aprendizaje de idiomas, que se estima en US$83.000 millones anuales, de los
cuales 15% es aportado por América Latina.
Pero
más allá del esquema pedagógico, la clave del éxito ha sido la publicidad.
Entre enero y mayo de este año, Open English fue el anunciante número 35 del
país con una inversión de $5.800 millones, un salto de más de 1.000% frente a
igual lapso de 2011.
Con
su presencia permanente en la televisión latinoamericana, Moreno, de 30 años,
espera llegar a los 80.000 usuarios al final de 2012 y mientras eso sucede es
probable que se repita la escena que le pasó hace poco en un restaurante, donde
dos señoras empezaron a comentar: “miren el calvo de Open English y está con la
teacher”, pues su esposa también es una de las protagonistas de los célebres
comerciales.
Buena historia de cómo en un mercado supuestamente saturado se pueden hacer cosas buenas, con cierto grado de innovación (y ni siquiera un alto grado, pues los cursos en línea existen casi desde la aparición de la Web).
ResponderEliminarImportante: ver si pedagógigamente hay alguna innovación, o si es Open English es un sistema tradicional llevado a la Web.
¡Saludos!