Una buena forma de enfrentar su trabajo,
las relaciones sociales, las de su familia y su pareja, desde que se levanta
hasta que se acuesta, es una apuesta por construir confianza. ¿Cómo entender un
concepto en teoría ambiguo pero que impacta diariamente nuestras vidas?
El
mejor regalo en su vida tan solo fueron tres palabras: confío en ti. En el
libro clásico de 1989, Los 7 hábitos de
la gente altamente efectiva, con más de 15 millones de copias vendidas, el
renombrado autor Stephen R. Covey recuenta una valiosa experiencia con su hijo
Stephen de siete años. En el ánimo de forjar su carácter, Covey asignó al
pequeño la tarea de mantener el jardín verde y limpio. Sin importar cómo lo
lograra, desde muy temprano en su vida esta sería su responsabilidad en casa.
Al
comienzo, por descuido, la hierba se tornó amarilla y Covey sintió gran
tentación de ayudarlo. Pero se resistió, y dejó que Stephen demostrara sus
capacidades. Esta anécdota, en tiempos modernos, adquiere un carácter especial.
Esa demostración de confianza le fue útil al pequeño niño no solo para crecer y
algún día tomar las riendas de la prestigiosa firma de consultoría de su padre;
también lo fue para su propia publicación The
speed of trust: the one thing that changes everything.
Stephen
M. R. Covey (es decir Covey hijo) es hoy considerado el autor sobre la
confianza más influyente en el mundo. Todo gracias al regalo de su padre.
“No
existe nada más veloz que la confianza. Este es el aspecto en común de las
mejores organizaciones, familias, sociedades y parejas. Pero también tiene el
poder de destruirlas cuando no está presente”, plantea Stephen M. R. Covey en
su libro. Para muchos, la confianza es un término ambiguo, que utilizamos todo
el tiempo, pero sin mayor contenido. Incluso en ciertas facultades de negocios
suele catalogarse la confianza como un aspecto soft de la gerencia.
Sin
embargo, cuando abrimos la ventana entendemos que este sentimiento realmente
impacta cada minuto de nuestras vidas. Cuando fracasamos en nuestras relaciones
de pareja, en los conflictos entre compañeros y jefes, en la quiebra de grandes
y pequeñas empresas; o cuando no confiamos en nuestro propio país y sus
instituciones, esta palabra adquiere sentido.
Es
por esto que el gran mérito de Stephen M. R. Covey fue construir un modelo para
entender la confianza, su significado, su potencial, cómo crearla y cómo
recuperarla cuando ésta se ha perdido.
Con nuevos lentes
Cuando
Stephen M. R. Covey se refiere a la velocidad de la confianza, en realidad está
siendo literal con su expresión. Este autor plantea una simple fórmula que
puede cambiar su forma de entender el mundo. Para Covey la confianza tiene una
relación positiva con la velocidad y su falta es negativa con los costos. Así,
cuando no existe confianza, los costos suben y la velocidad cae. Por ejemplo,
con el ataque terrorista del 11 de septiembre la confianza en el transporte
aéreo se desplomó, pero también cayó la eficiencia en los aeropuertos y subieron
los costos por seguridad.
Aunque
no seamos concientes, todo el tiempo en nuestras relaciones personales y
profesionales pagamos costos por falta de confianza. Es el caso de la comunicación.
¿No le ha pasado que toma a mal los comentarios de la gente en quien no confía?
Y, por el contrario, entiende el verdadero significado, cuando se trata de las
personas que merecen su confianza, aun cuando se expresen mal.
La
buena noticia es que esta fórmula funciona perfectamente en el sentido
contrario. Crear confianza paga, aumenta la velocidad y reduce los costos.
Robert Eckert ex presidente de Mattel alguna vez dijo “la principal tarea
siempre que uno llega al trabajo debe ser crear confianza”. La gente de empresa
entiende esta frase. Es simplemente mágico cuando uno logra ganar la confianza
de un compañero o un cliente; y por ello, cada detalle y cada esfuerzo, deben
estar dirigidos a construirla.
Entonces,
la confianza no es soft management. La confianza es real, es palpable, y usted
puede medirla si empieza a utilizar los lentes de sus costos y oportunidades.
América Latina tiene las tasas más bajas de confianza del planeta. Tan solo un
23% de la gente confía en los demás mientras en ciertos países europeos esta
estadística es superior al 80%. La falta de confianza es la base de gran parte
de nuestras dificultades. Entonces, ¿cómo construir confianza?
Dos caras, una sola moneda.
Tal
vez el mayor aporte de Covey en su libro es que nos ayuda a entender la
confianza como una estructura de dos patas. No hay posibilidad de que
permanezca en pie si hace falta una. En su terminología estas dos caras de una
misma moneda son el carácter y las competencias.
“Usted
puede pensar que una persona es sincera e incluso honesta, pero no va a confiar
en ella a menos que de resultados. Al fin de cuentas, la gente confía en
aquellos que hacen de los proyectos una realidad. Pero esto también aplica en
la dirección opuesta. No es posible confiar en alguien que dé resultados pero
que no tenga valores”, explica el autor.
Esta
combinación necesaria de valores y resultados para generar confianza la sentimos
a diario en nuestras vidas. En la versión tradicional de la confianza, bastaba
con ser buenas personas. Ahora sabemos que también hay que responder con
resultados.
Algunas
empresas como General Electric formulan su política de gestión humana a partir
de estos planteamientos. Para estas existen cuatro tipos de empleados. Aquellos
que tienen valores y dan resultados. La respuesta es fácil: promoverlos y retenerlos. La estrategia
también es clara para quienes no dan resultados ni tienen valores: retirarlos.
Los que tienen valores y no dan resultados tienen la oportunidad de ser
entrenados. Finalmente quienes dan resultados pero no tienen valores. Si no
cambian a estos también hay que sacarlos.
Confiar en sí mismo
¿Alguna
vez ha sentido en carne propia la frase “alguien que no confíe en si mismo
jamás podrá realmente confiar en nadie más”? Bien, en el modelo de pensamiento
de Covey todo parte de allí, de usted mismo. Para este autor un ser humano
puede visualizarse como un árbol. Símbolo de estabilidad y confianza en sí
mismo. Las raíces son su integridad y el tronco, que ya podemos percibir, es su
propósito en la vida.
Estos
son los dos componentes del carácter, el primer pilar en nuestra estructura.
Pero también están las ramas que representan las capacidades y por supuesto los
frutos que significan resultados. Si le está siguiendo el hilo al artículo
entenderá que, capacidades y frutos, son los componentes del segundo pilar al
que llamamos competencias. Dos caras, una misma moneda.
Mahatma
Gandhi pensaba que “creer en algo y no vivirlo... es deshonesto”. Pues bien, no
hay nada que afecte más la confianza que no ser congruente entre lo que se dice
y se hace. Lo mismo vale a escala empresarial cuando, por ejemplo, las empresas
alardean de su compromiso social y a la vez contaminan, o sobre sus políticas
de gestión humana y al interior tratan mal a la gente. Pero también sucede en
las familias y en las relaciones de pareja cuando se dicen tantas cosas bonitas
y se actúa en la peor forma. "Walk your talking", es la frase que
utiliza en inglés Covey para mostrar este importante mensaje de la integridad.
Estas son las raíces de su propia autoestima.
Tácticas y estrategias
“La
mejor forma de ganar y recuperar la autoestima es cumpliendo sus propias
promesas”, explica el autor. Covey relata una anécdota con la que muchos nos
identificamos. Por mucho tiempo puso su despertador muy temprano sin ser capaz
de levantarse en la mañana. Pronto descubrió que diariamente minaba su propia
confianza. Entonces resolvió ser honesto.
Poner
el despertador temprano cuando realmente tuviera la voluntad de levantarse o de
lo contrario estar tranquilo y dormir un poco más. Esta simple historia se
puede traducir a muchas facetas de la vida. “Plantear metas imposibles no tiene
sentido, como tampoco lo tiene no proponerse ninguna”, añade. Es decir, la
sabiduría con que se proponga metas reales y las cumpla es la mejor forma de
ganarle terreno a la confianza en sí mismo.
El
tronco del árbol, su propósito, también es crucial en el proceso de crear
confianza. En los negocios muchas veces las llamadas “agendas ocultas” hacen
imposibles las relaciones. Todos tenemos experiencias en que sospechamos sobre
los verdaderos intereses de los demás. “La gente no escucha lo que hablas, ve
tus pies”, dice un refrán. Es por esto que su mensaje debe ser claro y
congruente tanto en la vida personal como profesional. Esto le ayudará a
ahorrase muchos problemas. Según Covey, ser humilde, que no implica ser débil,
es otro camino por el que puede fortalecer su carácter.
Si
lo piensa, cuando Covey padre responsabilizó a su hijo de mantener el jardín
verde y limpio, le asignó una tarea con resultados concretos en vez de
actividades. Podría haber dicho recoge la basura o riega los pastos, pero
contrario a esto fue directo: mantén el jardín verde y limpio. A nivel
empresarial este es un mensaje poderoso. Muchas veces la gente teme
responsabilizarse por resultados y prefiere realizar actividades varias,
olvidando que estos son frutos necesarios para crear confianza. Como ya se ha
dicho. Sin resultados no hay valores que valgan.
13 comportamientos
Sin
embargo, de nada sirve confiar en sí mismo si no extiende esta confianza a
otros más. La buena noticia según Covey es que este es un proceso contagioso. “Cuando
alguien empieza a confiar en usted, esa confianza se irradia a los demás”,
explica el autor. Este es en últimas el principal motor de crecimiento de una
compañía. La confianza generalizada de sus clientes.
Para
esto, en el proceso de construir confianza con su familia, pareja, amigos o en
el trabajo, Covey presenta herramientas valiosas para tener en cuenta. Y la
mejor forma de captar estos mensajes es trayendo a su mente dos personas en que
sienta baja confianza en lo personal y profesional.
Según
Covey existen 13 comportamientos que son útiles para aumentar, retener o
recuperar la confianza. Cada uno de ellos debe asumirse como una campana de
gauss. Si es muy poco, con seguridad está dañando sus relaciones, como también
pasa cuando los lleva al extremo. El punto ideal está en el medio.
Los
primeros cinco comportamientos tienen que ver con el carácter. Estos son:
hablar claramente las cosas, demostrar respeto, ser transparentes, reconocer
los errores y ser leales. Entienda cómo deben tratarse en su justa medida. No
decir las cosas directamente crea desconfianza, pero ser muy franco puede
convertirse en falta de respeto. Cada uno es un valor a analizar. Hay empresas
que dicen ser muy transparentes pero manejan información oculta. Piense en el
valor de enfrentar los errores frente a un cliente o en las implicaciones de la
lealtad.
Cuentas de confianza
Los
siguientes ocho comportamientos están más relacionados con las competencias.
Estos son dar resultados, mejorar como seres humanos, asumir la realidad de las
cosas, dejar claras las expectativas, realizar seguimiento, escuchar primero,
mantener compromisos y dar confianza. En sus libros, Covey padre utiliza como
símbolo las cuentas bancarias como una forma de entender las relaciones humanas.
Para el caso de la confianza estas cuentas son muy útiles.
Es
posible hacer depósitos de confianza a partir de estos comportamientos. Como
ejecutivo, responder por las tareas asignadas y realizar seguimiento son
depósitos. También lo es un esposo que trata de ser mejor persona cada día. Sin
embargo, suelen tener un mayor impacto los retiros de confianza en la vida
personal y profesional. Irrespetar, ser desleal, o hablar mal de los demás sin
que estén presentes son retiros difíciles de corregir.
Todos
hemos tenido experiencias en que sentimos que la confianza se ha perdido para
siempre. Que no se puede recuperar. Es más, Covey es el primero en afirmar que
este tipo de situaciones son una realidad. Pero el mensaje es que no son tan
frecuentes como solemos creer. Incluso, es posible recuperar la confianza
general.
En
las mediciones internacionales países como México e Irlanda han elevado
ampliamente sus niveles de confianza. Esto requiere de una gran dosis de
humildad. Entender que somos humanos y cometemos errores. A veces la dificultad
más grande está en recuperar nuestra propia confianza. Trate de acercarse
nuevamente a esas dos personas en que pensó anteriormente por falta de
confianza y aplique algunos de estos pensamientos. Empiece por hablar directamente
y con respeto.
La tierra es plana
En
su famoso libro The world is flat, el
columnista del New York Times, Thomas L. Friedman, analiza los progresos de la
globalización. Para Friedman la velocidad sin precedentes en que opera la
economía global tiene una fuente principal. “Sin confianza no podría existir la
tierra plana. Es la confianza la que derriba los muros, remueve las barreras y
elimina la fricción en las fronteras”, explica en su libro. En este sentido
para Covey existen tres dimensiones adicionales de la confianza: la
empresarial, los mercados y las sociedades.
El
recordado autor Peter Drucker planteó que en el mundo moderno “las
organizaciones ya no están cimentadas en la fuerza sino en la confianza”. Es
tan sencillo como entender que a la gente le gusta sentir que les tienen confianza
en el lugar donde trabajan. De hecho la falta de confianza es una de las
principales razones de renuncia. Según estadísticas, el 42% de los empleados en
el mundo no creen en sus empresas.
Esto
es un problema porque la importancia de la confianza es una realidad que cada
vez toma más fuerza en los mercados. Gran parte de los modelos de negocio más
innovadores funcionan con este propósito. “Lo más interesante en mi vida
empresarial ha sido ver cómo 135 millones de personas entendieron que es
posible confiar en un extraño”, aseguró en una entrevista Pierre Omidyre,
fundador de Ebay.
A
nivel de mercados la relación no puede ser más clara. El propósito de cualquier
publicista es encontrar las mejores formas de transmitir confianza: la calidad
de los productos, su responsabilidad social y la relación con el medio
ambiente. Hoy, las compañías entienden que su reputación es todo en los
mercados. Esta es la mayor lección de los escándalos corporativos. Compañías
gigantes que pierden todo su valor en pocas semanas. .
Ideas finales
Existe
un proverbio latino que dice “es igualmente un error confiar en todo el mundo
que no confiar en nadie”. Stephen M. R. Covey reconoce que existen ciertos
escenarios donde confiar es la peor estrategia. Este proceso de confiar o no
confiar debe ser el resultado de un análisis detallado de la situación,
acompañado de su propensión a confiar. Según el autor, aunque son evidentes los
casos de fracaso por falta de análisis, son más grandes los problemas por
incapacidad de confiar. La suspicacia de la gente mantiene pequeñas a las
empresas, a las sociedades lentas y a las familias sin valores.
La
confianza puede marcar su vida. Todos recordamos con cariño personas que nos
dieron la mano cuando menos lo pensamos. Gente que vio en nosotros lo que nadie
más pudo ver. La oportunidad de un empleo, jugar en el equipo del colegio o una
relación sentimental. Qué rico se siente cuando uno confía en alguien. Piense
en la velocidad de la confianza y en el impacto tan grande que puede dejar en los
demás.
Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Management de la Revista Dinero
Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Management de la Revista Dinero
CONFÍO EN TI. lindo mensaje que te da una enseñanza en tú vida personal y laboral. La confianza es la base de toda relación. Mariu
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