Entrevista exclusiva con el afamado
profesor de Harvard Gary Pisano sobre cómo la gerencia puede contribuir al
desarrollo de la biotecnología.
Antes de hablar sobre biotecnología nos
gustaría conocer un poco sobre su vida académica.
Realmente
disfruto mucho dictando clases en Harvard. Ya son más de 20 años desde que
ingresé a esta escuela de negocios. Es un orgullo para mí estar en medio de un
lugar que es fundamental para forjar la forma en que los gerentes del mundo
entero enfrentan grandes desafíos. Me siento afortunado por mis colegas y por
mis estudiantes que son excelentes. Tengo que viajar constantemente porque en
la filosofía de Harvard, los profesores debemos estar cerca de donde suceden
las cosas. En Harvard nadie puede sentarse en su oficina a leer sobre negocios,
usted tiene que salir y verlos por sí mismo.
¿Cómo se puede explicar la industria de
la biotecnología sin utilizar un lenguaje especializado?
Biotecnología
es el conjunto de herramientas, técnicas y conceptos que buscan manipular sistemas
biológicos (células, plantas, etc.) para alcanzar un objetivo deseado. En la
industria farmacéutica, que ha sido la receptora de los mayores avances
tecnológicos, tiene que ver con el entendimiento de la biología de las
enfermedades, y de los caminos potenciales para curarlas. Entonces, desde mi
punto de vista, la industria de la biotecnología es la unión de compañías
dedicadas al desarrollo de estas nuevas tecnologías y sus aplicaciones. Esto
incluye investigación en campos tan variados como bioquímica, biología,
medicina, bio-informática, física y nanotecnología.
Su libro Science business cuenta la historia de una industria en donde las
expectativas son más grandes que los resultados ¿Cómo ha sido el desempeño del
sector recientemente?
Pienso
que los ejes centrales de la historia aún persisten. La industria de la
biotecnología continúa estrangulada financieramente. La mayor parte de las
firmas pierden dinero, y algunas ya han perdido cantidades millonarias por
varios años. Por supuesto existen algunas pocas “estrellas” con rendimientos
sorprendentes, pero todavía son excepciones.
En su libro usted plantea la pregunta
¿puede la ciencia ser negocio? ¿Cuáles son las enseñanzas gerenciales de este
desafío?
Sin
duda, la principal lección que nos deja el caso de la biotecnología es que no
podemos tomar técnicas gerenciales y modelos de negocios que han funcionado
bien en otras industrias intensivas en tecnología y asumir que también van a
funcionar en este sector. La avanzada ciencia detrás de la biotecnología crea
desafíos excepcionales y únicos. El horizonte de incertidumbre es demasiado
largo, mucho mayor al de otros sectores. La tecnología es tan compleja que
requiere integración de diversas disciplinas, algunas que incluso apenas están
surgiendo, de técnicas, modelos y conceptos. Estas características crean
condiciones muy particulares que implican modelos de negocios y una gerencia
particular para la biotecnología.
¿Cuál es el rol de las economías
emergentes en biotecnología? ¿Qué conoce del caso latinoamericano?
Lamentablemente,
este tema no está bien documentado y no podría darles una buena respuesta al
respecto.
¿Qué debería hacer el Gobierno
colombiano para desarrollar la industria biotecnológica?
Educación,
educación y educación. Lamento no darles una respuesta más profunda. A simple
vista parece básico pero los negocios biotecnológicos gravitan donde está la
gente mejor educada y existe un conocimiento profundo de la tecnología. En mi
libro muestro cómo el gran porcentaje de las firmas biotecnológicas las crean
profesores y que éstas tienden a estar situadas alrededor de las universidades.
Esta es una industria que se basa en el capital humano, y los países con
mayores fortalezas en capital humano van a salir victoriosos. Es así de simple.
En el texto usted explica muy bien los
últimos avances en biotecnología. ¿Cuál podría ser la próxima promesa?
Realmente
sólo puedo hablar por la parte terapéutica y recuerden que soy economista y no
científico, entonces probablemente no esté tan actualizado. Pero es evidente
que existe un gran entusiasmo alrededor del ARN interferente (RNA interference,
RNAi), que es el mayor avance en nuestro conocimiento sobre cómo modificar
genes selectivamente. Esta tecnología tiene un gran potencial, pero como todo
nuevo hallazgo todavía requiere de desarrollo, prueba y error.
¿Cómo ve el futuro de la
biotecnología?
Estoy
seguro de que este negocio tiene un gran futuro a pesar de los desafíos en sus
30 años de historia. Así como argumento en mi libro, esta industria es tan novedosa
que fue la primera vez –como sociedad– que tratamos de fusionar ciencia y
negocios. En el sentido que este sector no solo utiliza tecnología, sino que
depende exclusivamente de su desarrollo. Y cuando alguien hace algo tan
novedoso, es muy difícil que lo haga bien desde el comienzo. La ciencia no para
de progresar y algunas de las mentes más brillantes del mundo están
comprometidas en este propósito. Nuestro entendimiento sobre la biología humana
sólo avanza, y esto va a tener un impacto sin precedentes. La pregunta es
cuándo ¿10 años? ¿20 años? ¿50 años? Pienso que esto va a depender de cómo
gerenciemos este sector. El mensaje principal que quiero dejar es que la
innovación tecnológica debe estar íntimamente ligada a la innovación
organizacional.
¿En qué sueña?
En
estos momentos estoy frente a una espectacular vista de un viñedo en medio de
montañas al norte de Italia. Si me preguntan por un sueño personal imagino que
sería tener un viñedo como este. Si la pregunta es respecto al campo
profesional, mi sueño es mirar atrás y sentir que realmente tuve una influencia
en la forma en que operan los negocios, y que funcionaron un poco mejor gracias
a las cosas que hice.
Autor:
Carlos Andrés Vanegas
Para
la sección Management de la Revista Dinero
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