lunes, 19 de marzo de 2012

El poder de pensar sin pensar

En 2 segundos, usted puede hacer predicciones más exactas que las hechas después de mucho tiempo de análisis y conclusiones. Las primeras impresiones son cruciales en la vida y el trabajo. El reconocido autor Malcolm Gladwell aborda este apasionante tema en su best seller Blink.




Entre 100 y 150 milisegundos de duración — en promedio 15 veces por minuto— definen el parpadeo de un ojo. También son los tiempos para concebir el mundo de una forma distinta. Justo hasta este punto, y arrancando con el título, usted debe llevar unos 45 segundos de lectura, y con toda seguridad su mente ya llegó a una decisión sobre si continuará leyendo este artículo… o no.

En cada segundo, en cada parpadeo, nuestro inconsciente toma decisiones sobre el mundo que se pone frente a nosotros. ¡Parpadear es un verbo al que pocas veces prestamos atención! Su traducción en inglés —blink— le sirvió al controvertido autor Malcolm Gladwell como título de su éxito editorial. Blink. Inteligencia Intuitiva ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos?

La mejor definición de Malcolm Gladwell la aportó la revista Fast Company al catalogarlo como un gurú por accidente. Su vistoso afro, sus raíces jamaiquinas e inglesas, y su formación como historiador en la Universidad de Toronto lo alejan de la imagen típica de un experto en gerencia. Gladwell es incluso considerado por muchos el Peter Drucker del siglo XXI.

Con Blink sorprendió al mundo empresarial con un argumento novedoso: las primeras impresiones pueden ser más exactas que el proceso tradicional de pensamiento de toma de decisiones. Y, sobre todo, sostiene que es posible cultivar estas percepciones mejorando nuestra capacidad para captar el mundo en dos segundos.

¿Es posible conocer en minutos si una pareja de recién casados permanecerá unida las próximas tres décadas? El profesor John Gottman, de la Universidad de Washington, lleva años realizando un experimento en el que valida esta increíble hipótesis. El ejercicio es simple. Gottman ha realizado grabaciones de cientos de parejas que discuten un tema particular por 15 minutos. De esta forma, se ha hecho un experto en el comportamiento de las parejas cuando se enfrentan por un tema de la vida cotidiana. Para él, es fácil identificar comportamientos como agresividad o extrema humildad que para otros no son visibles.

En conclusión: en estos 15 minutos puede predecir con una efectividad del 95% qué pareja permanecerá unida y cuál se divorciará en los próximos años. Cuando aplica el mismo ejercicio y solo utiliza 3 minutos de grabación, la efectividad es igualmente sorprendente: 90%.

Los psicólogos Nalini Ambady y Robert Rosenthal realizaron un ejercicio similar. Antes de iniciar el semestre, pidieron a un grupo de estudiantes calificar a sus profesores a partir de un video de tan solo 10 segundos. Increíblemente, estas evaluaciones se ajustaron casi con exactitud a las de finalizar las clases.

Estos ejemplos, entre muchos otros, le permiten a Gladwell poner al descubierto un tipo de pensamiento distinto al tradicional: el poder de nuestro inconsciente. “Siempre que conocemos a una persona, entrevistamos a un candidato para un cargo, reaccionamos frente a una nueva idea, siempre que tomamos una decisión instantánea una segunda parte de nuestro cerebro está funcionando”, argumenta Gladwell. Blink es acerca de cómo funciona este inconsciente.

Regrese la película de su vida y piense desde esta perspectiva. Solo la mitad de nuestro pensamiento es consciente y el resto opera de forma silenciosa, sin que nos percatemos. Y lo más interesante, en algunos casos, las personas logran un mayor control de su inconsciente y sus intuiciones. Un crítico taurino frente a una corrida de toros, un policía en situación de peligro, el artista que es capaz de evaluar con un solo trazo a su joven aprendiz o el vendedor astuto que ve más allá del aspecto físico de su cliente.

Sin hacerlo explícito, una de las conclusiones de Gladwell en Blink es que años de aprendizaje y práctica son lo que hace a las personas maestras de sus percepciones.

Sin embargo, el objetivo de Gladwell no es solo hacer una oda a nuestros instintos. Gran parte del libro trata sobre cómo estos instintos pueden traicionarnos. Por ejemplo en los años 80 Pepsi puso en aprietos a Coca-Cola. Por ese entonces, lanzó el reto Pepsi, una popular campaña en la que se testaba el sabor de ambas gaseosas sin que los encuestados pudieran ver los productos. Los resultados daban como claro ganador a Pepsi, lo que obligó a Coca-Cola a cometer el histórico error de lanzar la New Coke. “Curiosamente los años han pasado y Pepsi no arrebató el liderazgo de Coca-Cola como se preveía”, plantea Gladwell.

La explicación, según este autor, fue la forma en que se llevó a cabo la investigación. Explica que cuando en la prueba se permite llevar el producto a la comodidad de las casas y tomarlo todo en vez de tan solo un sorbo, el resultado es distinto. “La pregunta es cuál de las pruebas tiene mayor valor. Pepsi es más dulce y por eso se favorece en pruebas rápidas mientras que Coca-Cola se favorece cuando se bebe toda la botella”, argumenta el autor.

“Usted puede hacer que un consumidor le diga qué mermelada prefiere en el mercado. Sin embargo, cuando le pide que le explique por qué no sabe qué decir”, afirma. La idea es que somos presas de nuestras primeras impresiones todo el tiempo. Por ejemplo, por alguna razón es instintivo creer que las personas más altas tienden a ser más exitosas. Esto, por supuesto, no tiene ninguna validez práctica. Sin embargo, cuando se evalúa la estatura de los presidentes de las principales compañías de Estados Unidos enlistadas por Forbes o la de los políticos de este país, esta variable tiende a ser mucho mayor al promedio nacional.

Lo mismo sucede cuando discriminamos por origen racial, género o cultura. Usted puede sacar provecho de esta dificultad. Gladwell muestra el caso de uno de los vendedores de autos más exitosos en la historia de Estados Unidos que explica su éxito al no juzgar a sus clientes por su apariencia física.

2 segundos. El tiempo que necesita para entender el mundo y llegar a conclusiones. En muchos casos, su éxito profesional y personal depende de saber aprovechar estos 2 segundos. Tenga en cuenta que la gran conclusión en cada uno de los ejemplos de Blink es que con dedicación, esmero y experiencia, en cualquier profesión o actividad es posible afinar nuestros sentidos y hacernos maestros de nuestro subconsciente.

Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Manegement de la Revista Dinero 

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