Michael
Ellsberg nació en San Francisco en 1977 y es un apasionado de la salsa. En
2005, cuando vivía en Nueva York, Ellsberg andaba de bar en bar tras su media
naranja. Con la esperanza de encontrar conversaciones interesantes,
lamentablemente, solo conseguía pequeñas charlas, ¿cómo te llamas? ¿dónde
trabajas? Allí, a la par de descubrir su pasión por la salsa, encontró que
mientras salía a bailar acontecía otra danza muy sutil que lo apasionó aún más.
Aunque una mujer no fuera muy atractiva, si la danza de sus ojos era poderosa,
la conexión podía ser electrizante.
De
inmediato una imagen cruzó su mente. ¿Qué pasaría al juntar un grupo de
solteros y solteras con el objetivo de mirarse fijamente a los ojos? Así
nacieron las populares eye gazing parties
o fiestas de miradas, en donde cerca de 40 solteros se reúnen en un bar para
verse fijamente a los ojos durante tres minutos, cambiando de parejas durante
una hora, para luego arrancar la fiesta. Fue tal el éxito de su iniciativa que
CNN, Good Morning America, Elle Magazine y la BBC, entre muchos otros medios,
han cubierto el evento. Así, Michael Ellsberg se hizo un experto en entender
por qué el contacto de los ojos es algo tan poderoso.
Todos
tenemos presente la frase “los ojos son el espejo del alma”, pero estamos lejos
de entender realmente qué significa. Es por esto que Ellsberg se dio a la tarea
de aprender cuanto fuera posible sobre la importancia de mirar a los ojos. Esta
tarea lo llevó a entrevistar científicos, psicólogos, vendedores profesionales,
atletas, altos ejecutivos, conferencistas y expertos en citas. El resultado es el libro The Power of Eye Contact: Your Secret for Success in Business, Love,
and Life.
“La
verdad es que la mayoría de nosotros, incluso las personas con mayor confianza,
tenemos los ojos tímidos en cierta medida”, dijo Ellsberg en entrevista exclusiva.
En opinión de este experto, mirar a los ojos a los demás puede ser algo que
hagamos mal o no estemos haciendo en absoluto. Incluso, nuestra forma de mirar
podría repeler en vez de atraer. Así que este es un tema serio. “Si para
alguien es importante aprender a mejorar las relaciones cara a cara con los
demás, entonces el contacto de los ojos es una tema crucial”, explica Ellsberg
en su libro.
El
doctor Paul Ekman, profesor emérito de la Universidad de California, es
reconocido como la autoridad mundial en el estudio de las emociones y su
relación con la expresión facial. Recientemente publicó el libro Emotional Awarness en compañía del Dalai
Lama. Michael Ellsberg entrevistó a Ekman para conocer su opinión sobre la
importancia de mirar fijamente a los ojos. Y, aunque esperaba una respuesta más
técnica, fue realmente simple: “si alguien no me mira a los ojos mientras me
habla tiendo a pensar que no me está prestando atención. A la gente no le gusta
hablar cuando siente que no la están escuchando”.
Este
es un primer aspecto crucial para Ellsberg, en sus palabras “cuando alguien te
presta atención te está dando algo de gran valor. No es sorpresa que la gente
responda bien al contacto de los ojos”. En su libro, Ellsberg muestra distintos
ejemplos de personalidades como el político Bill Clinton o el empresario
Richard Branson que hacen perfectamente bien esto. Lo que el autor llama el
poder del contacto visual significa “la capacidad de hacer sentir al otro como
si fuera la única persona del lugar”.
En
su popular libro Blink: The Power of
Thinking Without Thinking, el reconocido autor Malcolm Gladwell analiza la
capacidad inherente al ser humano de hacer predicciones sobre la realidad en
milésimas de segundos. De este libro, Ellsberg extrae algunas muestras que
aplican a los ojos. Por ejemplo, cuando alguien nos dice ¡te amo! tendemos a
mirar a los ojos del otro tratando de captar la sinceridad de su expresión. O,
cuando los bebés se sienten desorientados por algo, tienden a mirar fijamente a
los ojos de su madre por una explicación.
Esto
es, según Ellsberg, lo fascinante y al mismo tiempo aterrador del contacto
visual. “Cuando entramos en contacto con los ojos de otra persona quedamos desnudos
emocionalmente hablando”, explica el autor. No es casualidad que para la
mayoría de nosotros sostener fijamente la mirada con alguien por varios
segundos sea una tarea casi imposible.
Piense
en todas las emociones como felicidad, tristeza, inseguridad o miedo que se
pueden percibir en un abrir y cerrar de ojos.
El baile
Ellsberg
quiso profundizar su análisis y, para diversificar las fuentes, consultó a
Victoria Zdrok, sexóloga y psicóloga, quien, además de ejercer sus profesiones,
ha sido portada de revistas como Playboy y Penthouse. “La confianza es el
aspecto número uno que una mujer encuentra sexy en un hombre. Y pocas cosas
demuestran más claramente la confianza que el contacto de los ojos”, le
contestó Zdrok.
En
su libro, Ellsberg logra demostrar, a partir de fascinantes historias llenas de
ciencia y anécdotas, que los ojos realmente son el espejo del alma. En este
sentido, la capacidad de proyectar confianza, determinación y energía a través
de los ojos es el corazón de su libro.
Sin
embargo, alguien podría pensar que esto significa detenerse a mirar fijamente
por largo tiempo los ojos de los demás. Todo lo contrario. Para este amante de
la salsa, la mejor forma de aprender a observar a los demás es entender que
este también es un baile. “Si usted mira el 100% del tiempo a otra persona a
los ojos va a parecer un loco”, afirma Ellsberg. Uno debe sentir el ritmo de
las miradas al igual que las palabras en una buena conversación. La idea, según
Ellsberg, es aumentar poco a poco entre un 20% y 30% de su confianza para mirar
a los ojos a los demás.
Mirar
a los ojos es un tema tan variado como fascinante. Ellsberg dedica capítulos
enteros de su libro desde enseñarles a las mujeres a mirar a los hombres -a
ellas les aconseja perder el miedo a mirar a quien realmente les atrae (de lo
contrario quedan expuestas a que se acerque cualquier otro)-, hasta la
importancia de mirar a los ojos en las ventas, el servicio al cliente, los
deportes o en una entrevista de trabajo.
Por
supuesto, no todas las miradas son positivas. “En la misma forma en que a los
seres humanos les gusta la atención cuando es deseada, les fastidia profundamente
cuando no la quieren”, ilustra Ellsberg. El profesor emérito de la Northwestern
Medical School, Francisco González Crussi, muestra en sus libros cómo, por
ejemplo, algunas mariposas despliegan en sus alas figuras de ojos para mantener
alerta a los predadores. Todos hemos sentido la experiencia de no lograr
sostener la mirada de alguien por quien nos sentimos amenazados.
Unos
meses antes de terminar su libro, Ellsberg recibió la noticia de que existía la
posibilidad de un cáncer. Recuperado luego de una cirugía, su esposa se acercó
y le regaló una mirada que le cambió la vida. Este es el poder de los ojos.
Vale la pena empezar a utilizarlo en todas partes, en las calles, el trabajo,
con nuestros amigos y familiares.
Autor:
Carlos Andrés Vanegas
Para
la sección Management de la Revista Dinero
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