jueves, 9 de febrero de 2012

Gracias chuchito por el caprichoso 2011


Creo que con muchos coincidiría en que el año pasado fue para dejar atrás. Arrancando enero fui diagnosticado con el síndrome del colón irritable. Toda una noticia para mí que no tenía ni idea de lo que significaba, pero lejos de ser una enfermedad menor, sus síntomas realmente afectan tu vida. Un dolor intenso en el estomago todo el día no te deja pensar, no te deja trabajar, y muchas veces, tampoco disfrutar.

2011 marcó el final de la fiesta para muchos que invertimos en acciones. Tal vez tomé más riesgos de los que debía, tal vez fue mala suerte. Lo cierto es que cerca del 35% de mis ahorros de toda la vida desaparecieron este año y es el momento que aun no se recuperan.

En el campo profesional digamos que tuve que tomar una decisión inesperada. Los ataques más duros para el corazón sin duda llegan de quienes menos te lo esperas. Y en el 2011 tuve que experimentar esto muy en carne propia. Circunstancias que realmente ponen al límite tus propios valores y formas de pensar.

Aun así genuinamente siento que en el balance fueron muchas más las cosas positivas. Mi mamá siempre me decía que la vida es como una ruleta, hoy estas abajo y mañana estas arriba. Casi todos los días el año pasado tuve muy presente su principal enseñanza. ¡Que no importa que tan profundo uno caiga pues lo importante es mantener las fuerzas para seguir adelante!

Sin mayor poesía eso es lo que quiero expresar. No es ningún cuento que los momentos más duros son nuestros mejores maestros. Tengo muchas caras en mi mente de personas nuevas que aparecieron en 2011 para llenar mi vida de alegría. Tengo muy en el corazón quienes permanecieron junto a mí todo el tiempo para no dejarme caer.    

Y aunque odio el fanatismo también me acerqué a Dios. Particularmente le agradezco que en estos últimos meses me haya colocado tan de frente un propósito por el que vale la pena trabajar y luchar. No conozco un trabajo más bonito que apoyar a las nuevas generaciones a alcanzar sus sueños.

A pesar de lo que haya pasado siento que hoy estoy mejor en cada uno de las facetas de mi vida. Al final no es cuestión de creer o no creer, lo cierto es que siento que arriba hay alguien que me quiere mucho. Gracias chuchito por ese caprichoso 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario