lunes, 30 de enero de 2012

Las lecciones del líder


Entrevista con el experto mundial en educación gerencial, Dipak Jain, antiguo decano de la Kellogg School of Management.


-       ¿Cómo logró Kellogg posicionarse como la mejor escuela de negocios en los rankings mundiales?

Pienso que no hay una industria más competida en el mundo que la educación gerencial. A escala global, un sector puede tener entre 2 y 3 grandes jugadores pero en nuestro caso son 7 las Top Business Schools: Harvard, Stanford, MIT, Kellogg, Chicago, Warthon y Columbia. Para llegar a este punto, una escuela de negocios requiere un muy alto nivel de excelencia, pero es justo allí cuando uno debe preguntarse ¿qué nos hace únicos?, ¿qué nos hace distintos? Y creo que Kellogg tiene características que la diferencian. Es una escuela centrada en los estudiantes. A Kellogg la define una cultura de trabajo en equipo que invita a ejercer liderazgo. Y pensamos, ¿por qué no cultivar esta cultura en nuestra institución? Por esto, los estudiantes son quienes realmente dirigen la escuela. No los vemos como nuestros consumidores, sino como nuestros socios. Están con nosotros durante dos años, pero permanecen mucho tiempo más. Esta cultura familiar nos ha permitido mantenernos unidos frente a grandes dificultades.

-       ¿Cómo logran crear esta cultura y también ser excelentes en la parte académica?

Hay que entender que la esencia de los negocios son las personas. Es decir, no es posible hacer negocios sin lograr crear confianza entre las personas. Para nosotros, la competencia no implica que los demás fracasen, sino en cómo crecer unidos. Cualquier escuela de negocios puede enseñar habilidades analíticas, como el análisis de valor presente neto o el costo de capital; pero esto ya no genera valor para las empresas. Un MBA es sobre todo para mejorar las competencias de los estudiantes. En Kellogg, tenemos un gran rigor académico. Pensamos que la teoría es buena, pero que la teoría en el contexto de los negocios es mucho mejor. Esto hace que nuestros estudiantes se enfoquen en aprender y no en competir. ¿Cómo no enseñar habilidades como negociación y comunicaciones cuando son las personas las que hacen la diferencia? Este es el gran desafío de las escuelas de negocios. Para mí, branding significa describir en pocas palabras aquello que es único en mi compañía. Usted va a Kellogg por su cultura, por su enfoque hacia los estudiantes y para aprender cómo trabajar en equipo. Un egresado también tiene que expresar en muy pocas palabras a un CEO por qué debería contratarlo. Mejores personas son fundamentales en los negocios.

-       Respecto a la relación entre teoría y práctica, muchas facultades en Colombia se precian de su enfoque teórico. ¿Es esto positivo?

La teoría es buena solo en la medida en que los estudiantes logren aplicarla. La sola percepción de los negocios no basta. Las empresas de hoy entienden que su competitividad depende de que sus ejecutivos apliquen los conceptos que han adquirido. Por ello, los MBA deben integrar la parte académica con la relevancia de los negocios. Si esto no se logra, los estudiantes no tendrán valor para las empresas. El reto es enseñar cómo hacer las cosas mejor y en menos tiempo que los demás, lo cual solo es posible cuando se entiende el valor de la ejecución. Para mí, una gran preocupación es el costo actual de un MBA. Con mi sueldo actual no podría pagar la educación de mis hijos. Este inmenso costo se compensa porque luego de un MBA, el salario crece sorprendentemente en países como Estados Unidos. ¿Pero por cuánto tiempo van a poder mantener estos salarios y ser competitivos frente a India o China? Por esta razón, en Kellogg siempre nos preguntamos por el valor de nuestros estudiantes. Si además de combinar teoría y práctica, fortalecemos sus competencias, no tendremos por qué preocuparnos por los salarios porque sabremos que son personas que aportan valor.

-       ¿Por qué prevalecen entonces escuelas con un enfoque tan teórico?

El argumento es que la teoría enseña unas bases que se pueden utilizar en cualquier circunstancia. Y no hay nada de malo en ello. Pero estamos en un negocio en que las tendencias cambian a una velocidad sorprendente. Por eso, siempre estamos pensando cuáles serán los retos que enfrentaremos en los próximos 10 y 15 años. Si ustedes analizan, la caída del muro de Berlín, la Guerra Fría, la Unión Europea, el ascenso de India y China acontecieron en un plazo muy corto. Sin duda, en los próximos años vamos a ser testigos de cambios aún más radicales. Esto significa que las escuelas de negocios tienen que tratar de anticipar el futuro. Pero también que la competencia será cada vez mayor.

-       ¿Qué enfoques se deben utilizar para enseñar en esta perspectiva?

En las décadas del 50 y 60, Harvard asumió el liderazgo de utilizar casos como una forma de mejorar el proceso de toma de decisiones. Pero luego, en los 70, Kellogg y otras escuelas empezamos a atraer gente de distintas disciplinas. Yo, por ejemplo, soy matemático y nunca había estudiado marketing, pero también tenemos antropólogos, psicólogos y físicos. De allí surgieron nuevas perspectivas de educación en management. Hoy nuestro objetivo es que los estudiantes aprendan a anticipar el futuro. Utilizamos casos pero también clases magistrales, planeación de escenarios, simulaciones y cada vez más guest lectures a las que invitamos a las principales figuras del mundo corporativo. De hecho, la combinación correcta del cuerpo de profesores es uno de los mayores retos de las escuelas de negocios. En Kellogg, algunos de los profesores más afamados no son profesores de planta. Es verdad que los profesores que se dedican a la investigación son claves pero también lo son los profesores de práctica que aportan una perspectiva distinta y valiosa.

-       ¿Perderá entonces relevancia la investigación?

Todo lo contrario. Si usted no hace investigación, no podrá mejorar su sistema de educación. Investigación en realidad significa cavar más a fondo. Si usted no investiga, no se dará cuenta de cuánto ignora. Entre más investigue, más podrá renovar e innovar en la forma en que enseña.

-       ¿En qué aspectos pueden mejorar las escuelas de negocios en América Latina?

El problema con algunas escuelas de negocios en esta región es que no entienden la importancia de mantener buenas relaciones con el mundo corporativo. Las facultades deben cuestionarse todo el tiempo cómo mejorar las empresas de su entorno. Además, el sistema educativo en muchas facultades opera en un enfoque 'reproductivo'. Lo que los profesores enseñan luego será impartido por sus estudiantes en el futuro. Esto frustra la creatividad y no se desarrolla la innovación. Es muy difícil estar a la vanguardia cuando se tienen esquemas tan rígidos. Tenemos que dar una mayor flexibilidad a los profesores y programas, y estar atentos a los cambios en el mundo.

-       ¿Cuál es el papel de los valores en la educación gerencial?

Hay un sentimiento en el mundo de los negocios de que la avaricia se está apoderando de la gente. Y yo me pregunto: ¿es esta avaricia consecuencia de la educación en los MBA? o ¿es consecuencia del sistema? Cada vez que hay un escándalo corporativo, lo primero que pensamos es que detrás había un MBA. Pero los MBA han estado por mucho tiempo y también los líderes más exitosos del mundo pasaron por estos programas. Tenemos que enfatizar la noción de la ética en los negocios. Tenemos que enseñarles a los estudiantes que no solo tenemos que incrementar el valor de Wall Street, sino también el valor de la sociedad. Si usted lidera a su gente para que camine a su lado, es distinto a empujarla. La gente lo va a respetar por esta clase de liderazgo. El poder y el papel de las personas están en ascenso. Los aspectos humanos serán el eje de los cambios en la educación gerencial. Si usted logra liderar a sus estudiantes para que lo sigan, ellos estarán aprendiendo de liderazgo. En Kellogg, nuestros estudiantes conocen su misión y al conocerla trabajan por ella. Esta es la estructura que ustedes deben tener.

-       ¿Cómo ve el futuro de la educación gerencial?

Hacia el futuro, la educación de negocios se parecerá al modelo de la medicina. El estudiante irá uno o dos años a las escuelas de negocios a aprender y luego, con la guía de un profesor, estará vinculado a las empresas. Crecerán las prácticas empresariales sin incrementar la duración de los programas. La idea central siempre será maximizar la experiencia. Y en esto, la tecnología puede comunicar a la academia y las empresas.

Nota: Esta entrevista fue hecha a Dipak Jain cuando era decano de Kellogg. Actualmente Dipak Jain es decano en INSEAD.

Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Management de la Revista Dinero

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