viernes, 6 de enero de 2012

¿Cómo entrar al MBA de Harvard?

Para acceder a una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo se requieren cualidades académicas, personales y de liderazgo. El camino puede ser distinto a lo que se piensa.


La misión de la escuela de negocios de Harvard es “educar líderes que hagan una diferencia en el mundo”, explica el caleño Juan Fernando Jiménez, uno de los miembros de la junta de admisiones del MBA de esta institución. Jiménez ayuda en la selección de los 900 estudiantes que satisfacen el perfil que Harvard busca entre las más de 11.000 solicitudes que recibe cada año.

La entrada a una de las mejores escuelas de administración del mundo tiene unos pasos muy definidos. En ellos hay muchos mitos y realidades. Usted puede aumentar sus posibilidades de entrar a este MBA si conoce muy bien su filosofía y misión. Si uno de sus sueños es entrar algún día al MBA de esta escuela de negocios, preste atención a lo que viene, es posible que los hechos sean distintos a lo que cree.

Pasos firmes

Un concepto sintetiza muy bien el espíritu de cada etapa de selección de un MBA de Harvard: liderazgo, la capacidad de influir en la sociedad con las acciones. Esta es, sin duda, la primera y más fundamental condición al emprender un proceso de admisión a este MBA: el candidato debe tener y expresar capacidad de liderazgo. El diseño del proceso de ingreso, la forma de enseñanza y la proyección de la gente están enmarcados en esta misión: “no creamos líderes, los desarrollamos”, afirma Jiménez.

Además del liderazgo, en el proceso también se tienen presentes las capacidades académicas y personales de los aspirantes. En el tema académico, Jiménez resalta que los dos años en el MBA son intensos y que por ello es importante que el aspirante haya sido exitoso en este campo en el pasado. Para esto, en los formatos de aplicación, que se diligencian totalmente on line, hay que ingresar el promedio de las notas en cada semestre del pregrado. Rosa María Salazar, coordinadora de consejería académica de Colfuturo, considera que “es particularmente valioso que este promedio esté entre los más altos en la promoción, esto es, el ranking superior”.

Para evaluar competencias académicas también se deben presentar los exámenes GMAT y TOEFL. El primero es el examen regular para cualquier MBA y mide capacidades cuantitativas y de manejo del inglés. Para el caso del MBA en Harvard, el promedio de la última promoción fue de 708 sobre 800. Daniel Codianni, presidente del centro de capacitación Kaplan en Colombia, cree que estas cifras no deben desanimar a los candidatos del país. “En realidad, las estrategias de selección de las escuelas de negocios cambian y los promedios del GMAT son distintos entre países. Conozco colombianos que han entrado a los mejores MBA, incluyendo el de Harvard, con promedios de GMAT muy por debajo de 700. En mi experiencia, en estos procesos son más importantes los elementos cualitativos, como los ensayos, que los cuantitativos, y los colombianos tienen mucho para mostrar en este campo”, sostiene.

Sin embargo, estos exámenes, sobre todo el GMAT, no se deben tomar a la ligera, y se deben preparar con bastante anticipación, pues las universidades llevan un récord de los resultados.

Luis Gallo, socio principal de la banca de inversión Estrategias Corporativas y MBA de Harvard en 1988, resalta la importancia del idioma en esta maestría en particular. “Como la forma de estudio es participativa y la competencia se centra en los mejores argumentos, hablar muy bien inglés es un elemento crítico. Este es el gran desafío de los estudiantes latinoamericanos”.

El siguiente requisito son tres recomendaciones del candidato para las cuales esta escuela de negocios tiene un formato estandarizado en sus formularios on line. Estas recomendaciones son una de las pocas variables controlables en este tipo de procesos y una oportunidad única para mostrar fortalezas personales, académicas y de liderazgo. Diego Roselli, experto en consejería para estudios en el exterior, afirma que los colombianos tienen la tendencia a conseguir recomendaciones de figuras públicas, sin tener en cuenta si en verdad conocen su trayectoria y personalidad. Este un gran error porque en el formato de recomendación es fácilmente identificable cuándo la persona que recomienda conoce realmente al candidato. De hecho, la primera pregunta identifica el tiempo y el contexto en que conoció al candidato. Según Roselli, incluso es mejor que la recomendación la haga una persona que no tenga un gran perfil, pero que conozca tan bien al candidato que sea capaz de exaltar sus virtudes y también comentar sobre sus debilidades, cuando sea necesario. Esto aplica perfectamente al caso de Harvard pues quien escribe debe dar fe -con argumentos- del liderazgo del aspirante. Es el caso de Ari Wancier, quien era analista de negocios de McKinsey & Co. Antes de hacer su MBA, siguió esta sugerencia y le pidió a gente que trabajó con él, en su vida profesional como consultor, que escribiera sus recomendaciones.

La tarea siguiente es escribir seis ensayos de 400 palabras cada uno. Para Rosa María Salazar, estos ensayos son la oportunidad de 'venderse', en el buen sentido de la palabra, y se les debe dar importancia. Esta parte del proceso busca conocer a los candidatos.

Para el último proceso de admisión, los ensayos deberían desarrollar los siguientes temas:

* Discuta una experiencia reciente de liderazgo.

* ¿Cuáles han sido sus tres logros más importantes?

* Describa una situación en que sus valores y creencias se hayan visto cuestionados.

* ¿Cuáles son sus aspiraciones personales y cómo un MBA le podría ayudar a alcanzarlas?

* ¿Qué le gustaría que la junta de admisiones le preguntara?

Aquí la idea es mostrar que usted es el colombiano que la escuela de negocios de Harvard no puede perderse en un grupo de trabajo. Escribir estos textos toma tiempo, escoger los ejemplos y las situaciones. Es un buen consejo dejarlos decantar y luego retomarlos, e incluso discutirlos con expertos. Ari Wancier, por ejemplo, se tomó más de dos semanas de tiempo completo para elaborarlos.

Codianni tiene una recomendación muy puntual para los ensayos. “Los colombianos cometen el error de extenderse en adjetivos sobre sí mismos en estos textos”. Las redacciones como las de 'soy trabajador, entusiasta y dinámico' pueden parecer arrogantes. “Es más valioso construir historias en frases cortas, que demuestren una coherencia entre lo hecho y lo que se piensa hacer en la vida”, advierte.

Finalmente, el grupo de finalistas del proceso tiene que presentar una entrevista. Esta puede hacerse por teléfono, en una cita en la Universidad o alguien lo puede visitar desde Harvard. Jiménez asegura que esto depende de la logística interna de la junta de admisiones y que el tipo de entrevista no tiene peso en las posibilidades del candidato. Sin embargo, como la decisión de hacer un MBA compromete importantes recursos y tiempo, es una buena idea viajar a conocer las instalaciones y el funcionamiento de las clases. La entrevista, que si usted lo solicita puede ser presencial, es una buena oportunidad para hacerlo. Ari Wancier pidió que la entrevista la hicieran en Harvard y aprovechó para conocer el campus de la facultad y los cursos. Con esto terminan los requisitos para el proceso de selección.

El promedio de los colombianos que participan en cada promoción es muy bajo –de 2 a 3 entre 300 estudiantes internacionales–, cuando países como Perú tienen más de 8 representantes. Es posible que mucha gente se autoelimine del proceso, la mayoría de las veces por falta de conocimiento.

Mitos y realidades

Tal vez la razón principal por la cual la gente descarta la posibilidad de viajar al exterior a realizar un MBA es porque resulta demasiado costoso. Juan Fernando Jiménez piensa que el dinero no debe ser un obstáculo. Una vez que una persona ha sido admitida en la escuela de negocios de Harvard, la Universidad por medio de un acuerdo con el Citibank le presta hasta US$120.000 –el costo estimado de los dos años del MBA–, tan solo con la firma. Y, además, hay diversas fuentes de ayuda para financiación del programa.

El 70% de los estudiantes de esta escuela tiene apoyo financiero. Estas ayudas se otorgan independientemente de la nacionalidad de los candidatos y el interés es igual a la prime rate menos 0,125%, de acuerdo con el catálogo informativo del MBA. Los expertos coinciden en que este tipo de ayudas financieras se han venido generalizando en las universidades de prestigio en Estados Unidos; un estímulo grande para romper el mito de que es imposible financiar la maestría en el exterior.

Otro tema fundamental es el momento de la vida en el cual los candidatos deben presentarse al MBA. Al respecto, Jiménez dice: “buscamos la mejor gente en su mejor momento”. Esta escuela parte del hecho que cada persona tiene un tiempo propicio para hacer un MBA, ya sea recién graduada del pregrado o después de varios años de experiencia, pero cree que cada persona sabe cuándo está lista para realizar la maestría. Es decir, la responsabilidad de medir los años de experiencia antes de presentarse se le deja al candidato, y la escuela respeta esa decisión. Luis Gallo considera que en este punto "siempre será mejor que sobre y no que falte". Piensa que el mínimo de experiencia deben ser cuatro años y el óptimo, seis. "Que hayan tenido la oportunidad de contratar y despedir gente, que se hayan probado en distintos aspectos de la vida profesional; de esto depende que en realidad aprovechen la experiencia en Harvard".

La admisión a este MBA está abierta a estudiantes de cualquier nacionalidad, cultura u origen étnico. En efecto, el hecho de que sus estudiantes provengan de distintas partes del mundo y tengan distintos perfiles profesionales enriquece la forma de estudio de caso que utiliza Harvard, por la multiplicidad de opiniones y modos de pensar. En la promoción de 2005, el 22% de los estudiantes pertenece a minorías étnicas estadounidenses y el 33% a extranjeros que representan 75 países. En cuanto a su pasado académico, 39% proviene de ciencias sociales y humanidades, 31% ciencias naturales e ingenierías y solo un 21% de administrativas. El 35% de los estudiantes es de sexo femenino.

Oportunidades infinitas

El objetivo de la educación en Harvard es hacerla realista para preparar a los estudiantes en los rigores del liderazgo. Para ello, todo el esquema de aprendizaje se centra en el llamado estudio de caso. De los 900 admitidos, se crean 10 secciones de 90 estudiantes. Los casos son desarrollados por el cuerpo de profesores de la escuela de negocios y son el resultado de situaciones reales en el mundo de los negocios. Los profesores conocen muy bien la trayectoria de sus 90 estudiantes y sus principales competencias, por ejemplo, saben si alguien es experto en mercadeo y proviene de Sudáfrica y otro tiene carrera de consultor y es francés. Por su parte, los estudiantes asumen la posición del personaje que dentro del caso tiene que tomar decisiones inciertas sin información completa. En este MBA hay tres tipos de notas 1, 2 y 3. 1 lo recibe quien haya estado entre el 10% de desempeño superior en sus argumentaciones, 2 el 80% superior y tres el 10% inferior. Con todas ellas, se pasan las materias.

José María del Castillo, profesor asociado de la Facultad de Administración de los Andes, participó junto con un grupo de colegas invitados por Harvard en un espacio para observar cómo se definen los objetivos pedagógicos y cómo se estructuran las discusiones en el estudio de caso. Opina que este enfoque funciona muy bien para reforzar las habilidades de comunicación y liderazgo, y que en Colombia el estudio de caso podría ser un complemento perfecto de las clases tradicionales.

Para Luis Gallo, el secreto de este enfoque es que prepara a la gente a los 30 años, en habilidades que va a utilizar a los 45. En su experiencia -en la cual ya había tenido la oportunidad de trabajar en el enfoque clásico: libro, profesor, estudiante-, el contacto con los estudiantes fue enriquecedor. Afirma que los grupos de trabajo hacen las veces de profesores y sus participantes aprenden a conocer sus propias fortalezas y debilidades. Capacidades que él considera fundamentales en el mundo de los negocios luego del MBA.

Autor: Carlos Andrés Vanegas 
Artículo para la sección Management de la Revista Dinero 

1 comentario:

  1. Muy buen aporte. Las versátiles necesidades empresariales y el avance incesante de la tecnología hacen que estudiar sea una tarea casi de por vida. Incrementar y actualizar continuamente los conocimientos en gestión empresarial es fundamental si se quiere mantener la competitividad al máximo.

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