domingo, 29 de enero de 2012

Las historias que me encantan

Desde hace un tiempo vengo pensando que me gustaría convertirme en un catador de historias. Pero no de cualquier historia, sino de unas muy especiales que he venido a reconocer con los años.


Por alguna razón cuando tenía entre 24 y 26 años, mientras trabajaba de tiempo completo en la revista Dinero, gran parte mis contactos eran adultos mayores. Viejitos bien viejitos. Tanto que el día en que me retiré de la revista, mis amigos se burlaban diciendo que me alejaba del periodismo porque mis fuentes ya se habían muerto. Y en efecto Dios a algunos ya se los llevó. Recuerdo mucho tardes enteras conversando con empresarios como Enrique Luque Carulla, John Gómez Restrepo, Gumercindo Gómez, Humberto Serna y Rafael Picciotto, entre muchos otros.

Con el tiempo he entendido un poco este gran gusto por hablar con los adultos mayores. Sobre todo aquellos que han sido exitosos. La conclusión es que los mayores nos ensañan lo que uno puede y no puede hacer en la vida. Nos enseñan que tenemos todo el tiempo del mundo para ser felices y exitosos.

Un día descubrí que Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” arrancó a hacer sus personajes bien entrados los 40 años. Uno podría pensar que mucha gente empieza a pensar que si al cumplir los 40s no han logrado sus objetivos en la vida, esos sueños ya se fueron. ¿Qué tal que chespirito hubiera pensado de esta forma? Es evidente que la clave de Chespirito es su profundo amor de por la vida.     

Tampoco se me va a olvidar nunca cuando John Gómez Restrepo, el fantástico empresario con más de 45 empresas a su nombre, me contó en su oficina en el barrio El Poblado de Medellín que a los 45 años dejó todo por estudiar. Según John Gómez este fue el mejor negocio de su vida. Una oportunidad que nunca había tenido y hoy en día a los estudiantes les da pena ir atrasados apenas un año en la universidad.

Así pues que mis historias preferidas son estas. Estas son las historias que me gusta coleccionar. ¿Cuáles historias? Aquellas historias que nos recuerdan que tenemos todo el tiempo para alcanzar nuestros sueños. Pero principalmente aquellas historias de gente que logra metas que nunca se imaginó lograr en su vida, no importa si estas suceden a los 15, a los 30 o a los 50. Lo bonito es que siempre vamos a tener esta oportunidad.

En conclusión, estas son las historias que me fascinan. En algún momento alguien se levanta con el chip distinto y dice voy a lograr esto que nunca he tenido, voy a ser un empresario, voy a ser deportista, no voy a ser más una persona tímida. Siento que soy un testimonio de estas bellas historias. Durante toda mi juventud no muchas personas daban un peso por si yo tenía capacidades o era inteligente. Pero un día todo cambió y simplemente cambié el discurso. Soy capaz y estoy para grandes cosas.

Y esta es tal vez la más bonita enseñanza. Todos los seres humanos podemos ser protagonistas de estas historias en cualquier momento de nuestras vidas. Es cierto, no sabemos lo que viene. Pero tenemos una certeza, tenemos la certeza de que todos tenemos la oportunidad de crear una historia maravillosa. Tenemos la oportunidad de elegir.

Los mejores guerreros son los que saben escoger mejor sus guerras. Si todos escogiéramos en cualquier momento de nuestra vida una guerra, una sola guerra que deseamos ganar desde lo más profundo del corazón, algo que nunca hemos tenido y queremos conseguir. No solo este mundo sería distinto, sino que también todos seríamos más felices.

1 comentario:

  1. No importa la edad,debemos vivir la vida con entusiasmo;apasionados y emocionados por ver que nuestros sueños se hagan realidad.Cambiemos nuestra manera de pensar y DIOS cambiará muestra vida.

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