viernes, 6 de julio de 2012

Impulsivos por naturaleza

Se estima que una de cada ocho personas sufre de impulsividad crónica, un comportamiento que lleva a la gente a tomar decisiones intempestivas. ¿Es usted uno de ellos?


Imagine que alguien le propone el siguiente acuerdo. Puede arriesgar lanzar una moneda al aire para ganar un viaje por tres semanas a Italia, Inglaterra y Francia. O puede elegir una semana garantizada en Italia. Si usted es como la mayoría de la gente con seguridad se iría por la opción segura. Pero investigaciones han encontrado que una parte de la población decidiría probar su suerte. Este es un ejemplo clásico de cómo los investigadores identifican personas impulsivas.

El experto mundial Nick Tasler escribió The Impulse Factor: Why Some of Us Play It Safe and Others Risk It All, uno de los mejores libros sobre el tema. No hay duda de que la toma de decisiones es un aspecto crucial en los negocios. Se calcula que 36% de la población tiene un adecuado control de sí mismo. 87% de estas personas suele ser exitosa en los negocios. “Es una sorpresa entonces que el tema de la impulsividad no cautive el interés de los empresarios”, explica Tasler.

Sin embargo, el tema no es tan fácil como parece. Las investigaciones muestran que la impulsividad es, en la mayoría de los casos, un rasgo hereditario. Pero lo sorprendente son las consecuencias. Al estudiar personas impulsivas, los investigadores han identificado resultados fascinantes. Por una parte, las personas impulsivas tienen una mayor propensión a conductas negativas como el alcoholismo o las apuestas, aunque también hay personas altamente exitosas en diversos campos de la sociedad que son impulsivas.

¿Cómo resolver esta paradoja? Al respecto, Tasler explica que existen dos tipos de impulsividad: una funcional y otra disfuncional que puede ser tremendamente dañina.

Esta misma historia se repite en el mundo de los negocios. Nick Tasler hace parte de la firma TalentSmart. Esta organización hizo un amplio estudio para evaluar las finanzas personales de más de 6.000 ejecutivos. Allí también encontraron resultados mixtos. Algunas de las personas impulsivas estaban en lo más alto en cuanto a generación de ingresos. Pero también en la parte baja estaban aquellas personas que habían quebrado por ser impulsivos.

¿Cómo mejorar entonces en este aspecto? Tasler asegura que una buena decisión tiene tres características básicas: saber, pensar y actuar. Para lograr esto, el autor recomienda algunas técnicas especiales. Una de ellas es tomarse el pulso. Es decir, reflexionar a fondo sobre si uno sabe para dónde va.

También es crucial consultar al anti–yo. Por ejemplo, un amigo o un familiar que sea la cara opuesta de nosotros mismos.

Y, finalmente, hay que decidir. Tasler asegura que no decidir nada puede ser más dañino que ser impulsivos.

Técnicas para mejorar

Eduque a los demás. A veces para el resto es difícil entender el comportamiento de una persona impulsiva. Es por esto crucial una labor de pedagogía sobre estas conductas. Reconocer que una persona es impulsiva es útil tanto para ellos mismos como para los demás.

Decir lo siento. Las personas impulsivas tienden a tener grandes fortalezas pero también fuertes debilidades. Por ejemplo, tienen el doble de probabilidad de ser emprendedores. Esto implica que muchas veces son arrogantes. Reconocer sus errores libera espacio para mejorar.

Aprenda a delegar. Muchas veces la impaciencia surge de querer hacer todo usted mismo. También aquí se agota el tiempo para tomar buenas decisiones. Un líder impulsivo reconoce la importancia de delegar trabajo en gente más recatada.

Permanezca conectado. En definitiva, la respuesta a la impulsividad está en la gente que lo rodea. Algunas personas impulsivas tienden a alejarse del resto. Confiar y respetar las opiniones de sus compañeros es la fórmula perfecta para mejorar en este aspecto.


Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para la sección Para Leer de la Revista Dinero.

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