Se dice que el reconocido millonario y filántropo Warren Buffet tiene una regla de oro en los negocios: nunca invierte en industrias que no conoce, pero, sin pensarlo dos veces, invierte en una persona, si conoce su trayectoria, sus valores y su carácter.
Al fin de cuentas no siempre los mercados y las estrategias determinan el éxito de un proyecto. Cuando las compañías cuentan con la persona, o el equipo adecuado, sin duda estos pueden salir adelante aún en los momentos más difíciles.
También a Buffet se le reconoce por la frase “toma una vida forjarse una reputación pero tan solo cinco minutos perderla”.
Sin embargo, cuando pensamos en conceptos como la integridad y el carácter, inmediatamente asumimos que estamos ingresando en los terrenos de la ética y la moralidad.
Para las personas del común, estos conceptos son como salvaguardias que, si los tenemos presentes, nos ayudan a no meternos en problemas. Pues bien, el psiquiatra y consultor internacional Henry Cloud tiene una opinión distinta al respecto. Sus diversos libros, entre ellos, Boundaries y el más reciente The one life solution, han sido reseñados por publicaciones prestigiosas como The New York Times y The Boston Globes.
Es por esto que entrevisté al doctor Henry Cloud para tratar de entender su definición de carácter, que es el argumento central de su principal obra Integrity: the Courage to Meet the Demands of Reality.
“La clave siempre estará en lo que las personas llevan dentro. Las empresas viven obsesionadas por desarrollar habilidades y crear conocimiento, cuando el éxito depende en gran medida del carácter de su gente”, argumenta el autor.
¿A qué se refiere con la definición de carácter como la habilidad para enfrentar la realidad en la vida empresarial y personal?
Usualmente, cuando las personas piensan en “carácter”, o en el concepto de “integridad”, que están íntimamente ligados, los relacionan con atributos morales como la ética y la honestidad. Sin duda estos atributos son aspectos esenciales en la definición de carácter. Sin embargo, no son suficientes para los líderes empresariales y las personas del común, para lograr ser exitosos en los negocios y en la vida. Nuestra definición de carácter requiere mucho más que esto.
Todos conocemos personas a quienes consideramos honestas y con una profunda ética, pero aun así, si nos preguntan si volveríamos a trabajar con ellos o hacer parte de su equipo, rápidamente diríamos que no. La razón es que, sin percatarnos, guardamos de estas personas malas experiencias.
Ya sea porque no ejecutaron un trabajo bien hecho o porque tenían fuertes problemas de comunicación, aun cuando genuinamente los consideramos personas con carácter. Ellos simplemente no lograron ganar nuestra confianza.
La razón del por qué me gusta tanto la frase “enfrentar las exigencias de la realidad”, es porque abarca una descripción mucho mayor de cómo operan las personas. Todos los días la realidad nos presenta una serie de desafíos a los que tenemos que responder de diversas formas.
Existen realidades en el desempeño, en nuestras relaciones, duras realidades, y también éticas y morales. La función principal de un líder es responder a las distintas realidades del día a día, y de la forma como lo haga podemos describir su carácter.
Existen excelentes profesionales con impecable preparación técnica pero que no llegan muy lejos. Les falta esa otra mitad de cómo enfrentan la vida.
En mi libro explico que existen seis dimensiones del carácter que son: la habilidad para crear y preservar la confianza, la habilidad para encontrar la verdad, la habilidad para dar resultados, la habilidad para enfrentar resultados negativos, la habilidad para crecer y la habilidad para trascender en valores.
En su libro usted comenta que todos dejamos una estela a nuestro paso, ¿qué significa?
De alguna forma, el carácter de una persona es como una fuerza, y esta fuerza va dejando una estela atrás, similar a la de un bote cuando navega. Esta estela tiene tanto de largo como de ancho, y de hecho uno puede decir mucho de una nave al ver su rastro en el agua. El capitán de un barco podría incluso hacerse una idea muy acertada de cómo van las cosas al observar su rastro. Puede saber si va en línea recta, la velocidad, el grado de inclinación, etc. En fin, es posible conocer un barco por la estela que va dejando en el camino.
Los líderes en los negocios también dejan huella, y esta tiene dos componentes. Por un lado están los resultados que dejó atrás, como las metas cumplidas, las ganancias y el crecimiento. Si no logró ninguna de estas cosas, la suya es una estela de mediocridad en el desempeño.
Pero, por otra parte, también está el lado de estela en cuanto a las relaciones que dejó a su paso. ¿Están las personas en una mejor situación por haber trabajado con él? ¿Se sintieron liderados? ¿Se consideran sus compañeros? Lamentablemente muchos líderes empresariales son excelentes en dar resultados, pero en el camino dejan a un equipo medio ahogado. Una buena estela de un líder empresarial siempre es la combinación de ambas cosas.
Ojalá algún antiguo colaborador pueda decir de usted “cuando él trabajó aquí obtuvimos grandes resultados. La compañía creció y todos crecimos como líderes a su lado”. Esta es una estela poderosa.
Muchos profesionales de la medicina se han interesado por la gerencia, ¿cuál fue su experiencia?
Circunstancialmente, luego de hacer mis prácticas tuve la oportunidad de ingresar a una firma de consultoría como mi primer trabajo. Ellos querían alguien que pudiera trabajar con ejecutivos para ayudarlos a crecer y alcanzar sus metas. Fue allí cuando me interesé por el campo del liderazgo, e inicié una larga carrera en donde he combinado mi trabajo clínico con los negocios y la consultoría empresarial. Más tarde fundé una compañía en el área médica que aglomeraba hospitales psiquiátricos en más de 40 ciudades en Estados Unidos y la dirigí por más de diez años. Esto me ayudó a tener una visión más cercana de los negocios. Actualmente vivo enfocado en la consultoría empresarial.
Su último libro The One Life Solution ha sido muy exitoso en Amazon. ¿Cuál es el argumento principal?
Nuestros principales recursos para crear la calidad de vida y los negocios que deseamos, son nuestro tiempo y nuestra energía. Pero usualmente los seres humanos no tenemos control sobre cómo invertimos y utilizamos estos recursos. Aceptamos que fuerzas externas controlen nuestro tiempo y nuestra energía, por nuestra debilidad, o la influencia de otra gente, etc. Para poder balancear la vida y el trabajo, tenemos que entender que debemos recuperar nuestros recursos más valiosos. Eso implica enfrentar ciertas realidades en nuestra vida y recuperar el control de la misma.
Autor: Carlos Andrés Vanegas
Para
la sección Management de la Revista Dinero
No hay comentarios:
Publicar un comentario